Esta ruta en coche comienza en Zumaia. Tomamos la N-634 en dirección a Deba y llegados al Alto de Itziar, de 225 metros de altitud, nos detuvimos para realizar una breve visita al Santuario de Itziar.
El Santuario de Itziar forma parte del Camino de Santiago del norte. Se trata de un histórico edificio con un tradicional culto marinero. Aunque se tiene constancia de la existencia de una pequeña iglesia en el lugar (hacia 1294), el actual templo data del siglo XVIII.
En el interior del templo se conserva una imagen románica de Nuestra Señora de Itziar, del siglo XIII. Es una de las imágenes más bellas de la iconografía vasca de la virgen María y se dice que es una de las más antiguas de Guipúzcoa.
Itziar es un pueblo muy pequeño, con un par de calles y un bar; y el Santuario, pues eso, un enorme templo que esa mañana de finales de agosto estaba cerrado al público. Me gustó más contemplar las hermosas vistas del litoral que ofrece el lugar.
El descenso del puerto de Itziar por la N-364 nos acercó a la costa de Deba. Una sucesión de miradores con carteles informativos aguardan a los viajeros: Virgen de Itziar, Hilandera y Sorguinetxe. El primero donde nos detuvimos fue el Mirador Virgen de Itziar.
La segunda parada que realizamos en el litoral fue en el Mirador de Sorguinetxe, que nos sorprendió por las vistas que ofrece de la costa cantábrica y de la población de Deba.
Deba forma parte del Geoparque de la Costa Vasca, famoso por sus formaciones de flysch. Estos acantilados ofrecen una visión fascinante de la historia geológica de estas montañas.
El Geoparque de la Costa Vasca es un pequeño territorio encajado entre el mar Cantábrico y las montañas vascas, conformado por los municipios de Motrico, Deba y Zumaia. Sus trece kilómetros de acantilados guardan una espectacular formación de capas de roca llamadas flysch, que nos muestran más de 60 millones de años de la historia de la Tierra.
Teníamos la intención de finalizar esta ruta costera en Motrico, pero no lo hicimos por dos motivos: porque la carretera que la unía con Deba estaba en obras y porque se nos echó la tarde encima. Fue más sensato visitar Deba, y comenzamos por su extensa playa de fina arena blanca.
Deba es un destino encantador en la costa vasca, ofreciendo una combinación perfecta de belleza natural, historia y cultura. Un paseo por su centro histórico debe incluir la iglesia de Santa María la Real, gótica del siglo XV, declarada Bien de Interés Cultural. Su fachada y retablo mayor son especialmente impresionantes.
![]() Santa María de Deba |
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En Deba podréis ver varios palacios y casas nobles que reflejan la historia y la riqueza de la ciudad en épocas pasadas. En la céntrica plaza Foruen, además, se encuentra el Ayuntamiento, caracterizado por su fachada neoclásica. La planta baja está decorada con arcos de medio punto que descansan sobre columnas, creando un pórtico abierto hacia la plaza.
A una manzana de la plaza Foruen se alza el frontón de Deba, la típica instalación deportiva que no puede faltar en las poblaciones del norte de España. Este, en concreto, impresiona por sus grandes dimensiones.