La primera etapa de este súper viaje por el norte de España comienza en Madrid. Una jornada en la capital dio para mucho. Nos movimos por el centro histórico y por la Castellana, casi siempre a pie.
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Madrid es el inicio de esta ruta en bus por el norte de España. Nos alojamos en una económica pensión sita en la calle Carretas, a dos pasos de la Puerta del Sol. La ruta que realizamos por el casco histórico nos llevó a pisar el kilómetro cero de todas las carreteras que parten de Madrid, y a admirar su reloj, que gracias a las televisivas doce campanadas de Fin de Año, se suma al espectáculo navideño de uva y cava.
Otros rincones que también pateamos fueron la Gran Vía y la plaza Mayor, edificada por Gómez de Mora en 1619 durante el reinado de Felipe III.
![]() Calle Carretas y Puerta del Sol. Madrid |
![]() Gran Vía de Madrid |
El paseo de la Castellana fue otro enclave que no quisimos perdernos. En la plaza de Castilla, muy cerca de la estación de Chamartín, contemplamos las Torres Kio, dos rascacielos de oficinas, gemelos e inclinados, inaugurados en 1996, que conforman la Puerta de Europa.
Una jornada en Salamanca y otra en León resume nuestro paso por Castilla y León. Dos días fueron suficientes para descubrir dos ciudades históricas, que cuentan con un amplio y rico patrimonio arquitectónico.
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Iniciamos nuestro periplo hacia la cornisa cantábrica por tierras de Castilla y León. El primer día hicimos parada y fonda en Salamanca. Nos hospedamos a dos manzanas de la monumental plaza Mayor, quizá la más bella de las plazas porticadas de España, y al caer la tarde nos embriagamos de su incipiente ambiente estudiantil.
![]() Plaza Mayor de Salamanca |
![]() Calle Compañía. Salamanca |
Recorrimos a pie su apretado casco histórico, repleto de monumentos y edificios históricos: Catedral, Puente romano, Casa de las Conchas...
Cubrimos en autobús los 200 kilómetros que separan Salamanca de León por la Vía de la Plata. Nos hospedamos en un hostal próximo a la estación de autobuses, muy cerca del río Bernesga.
El centro histórico de León se localiza en torno a la Catedral, acabada en el siglo XIV. A principios de siglo no existía la costumbre de pagar por ver edificios religiosos, y podías visitar este fabuloso templo por la patilla. Hoy día, las cosas han cambiado bastante.
A pocos metros de la Catedral se encuentra la Casa Botines (1892), un edificio neogótico de singular belleza, obra del genial Antoni Gaudí. Junto a él podréis ver el Palacio de los Guzmanes (s. XVI), de estilo renacentista.
Otra joya de León que no debéis perderos es el Parador de Turismo. Conocido como el Parador de San Marcos, es uno de los hoteles históricos más impresionantes de España. Fue construido en el siglo XVI y ha servido como hospital de peregrinos, convento, prisión y sede de la Orden de Santiago.
El centro y oriente de Asturias constituye la tercera etapa del viaje. En dos días visitamos Oviedo, Gijon, Covadonga, Cangas de Onís, Ribadesella y Llanes. Lo mejor de las dos jornadas fue la gastronomía y el santuario de Covadonga.
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Entramos en Asturias a lo grande, atravesando el emblemático puerto de Pajares, a 1.360 metros de altitud. El primer contacto con suelo asturiano llegó pronto, nada más detenernos en Oviedo.
La capital del Principado cuenta con un rico legado histórico-artístico: Catedral, plaza Corrada del Obispo, plaza de Feijoo, plaza del Paraguas, plaza del Fontán, teatro Campoamor...
Por la tarde, un nuevo autobús nos acercó hasta Gijón, hermosa ciudad que se asoma al Cantábrico. En el centro histórico no debéis perderos la plaza Mayor y la plaza de Jovellanos, el mejor lugar para degustar sidra y queso en alguna taberna..
Al margen del centro, paseamos por la playa de San Lorenzo y a continuación nos aupamos hasta el cerro de Santa Catalina, un privilegiado observatorio de la ciudad y el mar Cantábrico, que destaca por acoger la obra "Elogio del Horizonte", de Eduardo Chillida.
Al día siguiente partimos hacia Covadonga. A bordo de trenes Feve, con transbordo en El Berrón, alcanzamos la población de Arriondas, a orillas del río Sella.
Desde Arriondas, un autobús nos condujo hasta Covadonga, mágico lugar de peregrinación y destino obligado de los visitantes que, como yo, queremos contemplar naturaleza en estado puro.
![]() Catedral de Covadonga |
![]() Rey Pelayo. Covadonga |
En la misma montaña donde se inició el Reino de Asturias se encuentra la Cueva Santa, cuyo interior alberga la imagen de la Virgen de Covadonga, una capilla neo-románica y la tumba de Pelayo.
![]() Virgen de Covadonga |
![]() Virgen de Covadonga |
Nuestra ruta por el corazóm de Asturias nos conduce a Cangas de Onís, la villa que da servicio a Covadonga y a los lagos de Enol, en el Parque Nacional Picos de Europa. Cangas destaca por su Puente románico sobre el río Sella.
A media tarde, partimos en un nuevo autobús hacia Ribadesella, turística villa emplazada en la desembocadura del río Sella, famosa por albergar la cueva del Tito Bustillo y por alojar un coqueto centro histórico.
La última etapa asturiana transcurre por la costa, desde Ribadesella hasta Llanes, villa histórica amurallada, con un torreón medieval, que constituye un importante núcleo de veraneo.
![]() Pensión La Guía. Llanes |
![]() Torreón de Llanes |
Nos alojamos en la pensión La Guía, de dos estrellas, situada en la céntrica plaza Parres Sobrino. Un paseo por el centro histórico debe incluir el puerto pesquero, un buen lugar para tapear.
La cuarta etapa corresponde a Cantabria, región que cuenta con encantadores pueblos y paisajes de infarto. Desgraciadamente, nosotros sólo nos movimos por la costa. No tuvimos tiempo de indagar por el interior.
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La primera ciudad cántabra que apareció en escena, tras abandonar Asturias, fue San Vicente de la Barquera. Asentada entre el mar y los cercanos picos de Europa, la villa nos proporcionó un fabuloso baño en las frías aguas del mar Cantábrico. En el centro histórico vimos la iglesia de Los Ángeles (siglos XIII y XVI), el Castillo y las murallas, que datan del siglo VIII, y otros edificios de los siglos XV y XVI.
A mediodía partimos en un autobús hacia Santander, la capital de Cantabria. Nos instalamos en un hostal económico y después de almorzar iniciamos la visita al centro histórico caminando junto a la bahía.
TOPÓNIMO DE SANTANDERRecorrimos el centro de Santander, que aloja la Catedral, la iglesia del Cristo, la plaza de Alfonso XIII, el Ayuntamiento... y seguidamente alcanzamos la Magadalena, un parque público ideal para pasear ubicado en la península del mismo nombre.
En el parque podréis ver un pequeño zoo con animales diversos y, en la parte más alta de la península, el Palacio de la Magdalena, una residencia real de verano de principios del siglso XX (actual sede de la universidad Menéndez Pelayo).
Concluimos la visita a la ciudad en la playa del Sardinero, frente al Casino, uno de los edificios que más se asocian con la imagen de Santander.
El broche de oro al viaje lo puso Euskadi. Visitamos Bilbao y Vitoria, dos de sus capitales, y ya no tuvimos tiempo para nada más. Un autobús, el último, nos trasladó de nuevo a Barcelona, origen de la ruta.
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Llegamos a Bilbao a mediodía, en autobús, procedentes de Santander. En nuestro caminar hacia el casco viejo pasamos por el parque de Doña Casilda (del año 1912), de corte e inspiración francesa, uno de los pocos espacios verdes con que cuenta el centro de la ciudad.
Cerca del parque de Doña Casilda, en la margen izquierda de la ría del Nervión, se alza el Guggenheim, museo de arte contemporáneo que destaca por su arquitectura vanguardista. Por esas fechas, el museo exhibía una exposición de motos que no quisimos perdernos.
Visto el Guggenheim, cruzamos la ría para descubrir el casco viejo, con sus "Siete Calles" llenas de bares de pintxos, comercios y edificios históricos. Una válvula de escape al bullicio propio del barrio lo constituye la plaza Nueva, de planta cuadrada y estilo neoclásico.
Por la tarde, tras degustar un rico menú vizcaíno en un céntrico restaurante, montamos en un autobús y partimos hacia Vitoria. En la calle Francia dimos con la sencilla pensión Mari, que nos gustó por estar en pleno centro histórico.
El almendrado centro histórico de Vitoria se visita en una tarde. Iniciamos la ruta en la popular plaza de la Virgen Blanca, que acoge el monumento a la Batalla de Vitoria, y seguidamente abordamos su vecina plaza de España, de arquitectura neoclásica.
Continuamos por la plaza del Machete, que acoge la estatua de Don Celedón, célebre por ser el artífice del comienzo de la Fiesta Mayor de Vitoria. Por la calle Cuchillería alcanzamos el punto más elevado del antiguo Gasteiz, que alberga la vieja catedral de Santa María y las murallas. En otra plaza, de la Burullería, admiramos bellos edificios de los siglos XV y XVI, como El Portalón y la Torre de Doña Ochanda, una casa fuerte del siglo XV provista de una robusta muralla.
![]() Cuesta de San Francisco. Vitoria |
![]() El Portalón. Vitoria |
Vitoria es una de las ciudades españolas con mejor calidad de vida. Alrededor del centro histórico existe una red de parques y zonas verdes que hacen las delicidas de sus ciudadanos. En uno de estos arbolados paseos podréis ver el Palacio de Ajuria Enea, la sede del Gobierno Vasco.