En la N-260a, en sentido Biescas-Sabiñánigo, veréis el cartel que anuncia la Ruta del Serrablo. Una carretera local trazada en la margen izquierda del río Gállego os conducirá hasta San Juan de Busa, la primera iglesia románica que aparece en este interesante itinerario.
Situadas en la parte central de la comarca del Alto Gállego, las iglesias destacan por su perfecto estado de conservación y la facilidad de acceso. En San Juan de Busa basta con estacionar el coche en un descampado abierto junto a la carretera.
La misteriosa y solitaria iglesia de San Juan de Busa se encuentra en medio de un campo labrado. Inacabada y de estructura simple, muestra una puerta con arco decorado, algo poco común entre el románico serrablés.
La iglesia fue construida entre los años 950 y 1000. Sufrió modificaciones en el siglo XVIII, y en 1977 fue restaurada, ya que se había derrumbado la techumbre de madera y parte de los muros laterales y la bóveda del ábside.
El origen de la iglesia es incierto, ya que no figura como iglesia anexa ni como parroquial. Su construcción podría haber surgido como templo de un antiguo poblado medieval. La sabiduría popular dice que una de sus esquinas transmite extrañas energías.
Lárrede se encuentra a menos de un kilómetro de la iglesia de San Juan de Busa. A la entrada del municipio os daréis de bruces con la iglesia de San Pedro, una joya del arte serrablés.
La iglesia de San Pedro es uno de los mejores ejemplos de los monumentos medievales del Serrablo. Se trata de una construcción mozárabe, de los siglos X-XI, de planta de cruz latina.
El ábside semicircular presenta en el exterior una decoración a base de arcos ciegos sobre los que se desarrolla un friso de medios cilindros. Los vanos se abren hacia el sur, donde veremos tres ventanas de arco de medio punto y otra geminada con dos arquitos de herradura, que evidencian la procedencia mozárabe.
La minúscula puerta de acceso al templo también se abre en el muro meridional. Es una construcción de arco de medio punto y dos dovelas que tratan de imitar un arco de herradura.
Exteriormente, la iglesia de San Pedro destaca por su torre campanario, una de las pocas contemporáneas de la Ruta del Serrablo. Su interior está cubierta por una bóveda esquifada y en sus cuatro caras se abren tríforas.
Campanario de San Pedro. Lárrede |
Campanario de San Pedro. Lárrede |
Lárrede cuenta con una torre vígía. Se trata de una torre defensiva del siglo XVI situada al este de la población, a 930 metros de altitud, en lo alto de un cerro. Se tienen indicios de que está cimentada sobre otra anterior, probablemente altomedieval.
La ruta turística del Serrablo continúa hacia el sur de Lárrede, por una carretera local trazada en la margen izquierda del río Gállego. Tras cubrir siete kilómetros por esta vía solitaria y sinuosa alcanzamos Satué, pueblo que en los últimos años ha visto recuperar sus casas deshabitadas.
En la parte alta del núcleo está la iglesia mozárabe de San Andrés, de nave rectangular y acabada en un estético ábside semicircular, en cuyo exterior se exponen los característicos motivos ornamentales serrableses (friso de baquetones) y siete arcadas.
La nave, reconstruida tras la Guerra Civil en sus muros norte y oeste, está muy cerca del románico pleno. Los trabajos aparecen bien ensamblados mediante contrafuertes. La torre campanario es posterior a la época medieval.