• Panticosa se encuentra a 1.230 metros de altitud, en la confluencia de los ríos Caldarés y Bolática.
• La oferta de alojamiento y restaurantes es amplia, abarca para todos los bolsillos.
• El hotel Escalar es una buena opción para alojarse. A diferencia de otros apartamentos y hoteles, aquí no nos pidieron unas noches mínimas para pernoctar en él.
• El desayuno en el hotel sale caro, pero podéis desayunar a precios más razonables en el bar que hay a pie de calle (también pertenece al hotel).
• Los imprescendibles de la villa son la iglesia y las casas tradicionales del centro.
• Junto a la iglesia encontraréis la Heladería de Panticosa, especializada en helados artesanos.
• Panticosa es un reconocido centro turístico. Cuenta con estación de esquí, trenes de montaña y unas pasarelas metálicas.

La oferta hotelera y de apartamentos en Panticosa es muy extensa. Teníamos por delante un puente de cuatro noches, pero nosotros sólo podíamos reservar tres noches. En todas las hospederías nos cerraron las puertas, menos en el hotel Escalar de Panticosa. El lugar me gustó, era limpio, tranquilo, céntrico, con parking incluido...

Hotel Escalar

Frente al hotel Escalar se abre una pequeña plaza desde la que podréis ver, encastrada en la fachada de una casa, la fuente de la Cruz.

Fuente de la Cruz

De chorro fresco y abundante, la fuente es la puerta de entrada al barrio de la Cruz. Situado en la parte baja de Panticosa, el barrio, concretamente la calle de la Cruz, alberga buenos ejemplos de casas tradicionales. Y si os acompañan niños, los podréis entretener un rato en el parque infantil.

Barrio de la Cruz

El hotel Escalar está ubicado al inicio de la calle San Miguel, la principal arteria comercial que parte en dos a Panticosa. Su ubicación es perfecta, tanto para acceder a él con el coche, como para moverse a pie por el centro histórico del municipio.

Calle San Miguel

Aparte de restaurantes, tiendas y algún que otro banco, la calle de San Miguel acoge el Ayuntamiento de Panticosa, un bello edificio caracterizado por su sólida fachada de piedra.

Ayuntamiento de Panticosa

También podréis ver algunas casonas centenarias, de tejados de pizarra a dos aguas. Estas viviendas populares aguantan el paso del tiempo, resisten el boom inmobiliario de apartamentos que le ha cambiado la imagen a la villa.

Calle San Miguel

Calle San Miguel

En la calle de San Miguel se alza la iglesia de la Asunción, del siglo XVI, construida sobre un anterior edificio de época románica.

Iglesia de la Asunción

El interior de la iglesia destaca por su altar de tabla gótico-aragonesa de 1480 y un retablo con imaginería de alabastro policromado. Del exterior del templo llama la atención la torre del campanario, coronada por un tejado de pizarra.

Portada de la iglesia

Interior de la iglesia

En la plaza que se abre junto a la iglesia encontraréis la escultura del Esquiador, realizada en bronce en 2006, que se ha convertido en un reclamo para los selfis (frente a ella hay un pedestal preparado para colocar el móvil).

Escultura del Esquiador

Fuente de la Iglesia

Al final de calle San Miguel, de camino a las Pasarelas de Panticosa, veréis el torrente Bachato. Si lo seguís llegaréis al aparcamiento que da acceso al telesilla y al inicio de las pasarelas.

Torrente Bachato

Torrente Bachato

Entre el Ayuntamiento y la iglesia de la Asunción se extiende el barrio Bajo de Panticosa. Su fisonomía se manifiesta en sus grandes casas de piedra, características de las zonas de montaña, y en sus empinadas y estrechas calles.

Barrio Bajo

Barrio Bajo

Barrio Bajo

Este caserío tradicional ha sufrido las transformaciones propias del desarrollo turístico, convirtiendo a Panticosa en un renombrado complejo residencial.

Barrio Bajo

Calle Campanero

Calle Campanero