Unos diez kilómetros, por buena carretera, separan Panticosa de Piedrafita de Jaca. En el último tramo del ascenso deberéis sortear un buen puñado de curvas. Cuando salgáis de ellas veréis, a mano izquierda, el Mirador del Valle, que brinda excelentes vistas del valle de Tena, con el pantano de Búbal a vuestros pies (muy escaso de agua).
Junto al Mirador se encuentra la trilladora de la Era de Chirosé, empleada en la década de los años 50 del siglo pasado. Esta máquina, adquirida por el Ayuntamiento para uso comunal, se usaba para separar la paja del grano del cereal.
Nos quedamos sin agua durante las dos excursiones que habíamos realizado ese día por la montaña, al ibón y al Arco de piedrafita. Al llegar al pueblo, descubrimos la fuente situada junto al Ayuntamiento. Y volvimos a nacer.
Frente al Ayuntamiento de Piedrafita se encuentra el aparcamiento público, lugar donde comienza su recorrido el "Tren de Montaña" que asciende hasta el ibón de Piedrafita. Tened en cuenta que este vehículo sólo presta servicio en temporada de verano.
Conviene dar una vuelta por el centro del pueblo. La única calle que lo vertebra, la estrecha y empedrada calle Mayor, atesora buenos ejemplos de casas populares, con los típicos tejados de pizarra negra.
Calle Mayor |
Calle Mayor |
Piedrafita conserva todo el encanto de los pueblos del Pirineo. La Peña Telera y las otras altas cimas que lo rodean, constituyen un magnífico telón de fondo.
Uno de los lugares que no debéís perderos en Piedrafita es la plaza Mayor, un tranquilo rincón rodeado de casonas centenarias.
Las fachadas de algunas casas lucen blasones con el año de construcción de la vivienda. También llama la atención los arcos de medio punto que adornan las puertas, característicos del valle de Tena.
Plaza Mayor |
Plaza Mayor |
Al final de la calle Mayor dimos con el único bar del pueblo, que también es fonda. Fue el lugar ideal para tomar unos refrescos acompañados de unas ricas croquetas de setas.
Piedrafita gustará al visitante. Se trata de un pueblo muy tranquilo y acogedor, muy cuidado, con flores en los balcones y ventanas y con unas vistas preciosas.
En la parte baja del pueblo, al otro lado de la carretera de acceso, se encuentra la iglesia de San Andrés, construida en tiempos modernos sobre un templo gótico que antes fue románico.