Caldes de Boí se encuentra en la cabecera del Valle de Boí, a pocos metros del acceso al Parque Nacional de Aigüestortes. De hecho, algunas sendas que se adentran en este espacio natural parten de aquí.
Si no sois clientes del balneario, se recomienda estacionar el vehículo en el aparcamiento situado en la margen izquierda del río Noguera de Tor. De esta forma podréis llenar botellas en la font dels Capellans.
El acceso a los hoteles y a los jardines de Caldes se realiza por un único puente. Cuando lo crucéis os sorprenderá el ímpetu con el que descienden las aguas del Noguera de Tor, el principal río que recorre el Valle de Boí.
El complejo termal cuenta con dos grandes edificios termales: el hotel Manantial (del siglo XVII), situado más cerca del río Noguera de Tor; y el hotel Caldes, emplazado en la parte superior de los jardines. Completa las instalaciones una ermita del siglo XVII, levantada en honor a la virgen de Caldes.
Aunque no os alojéis en alguno de estos hoteles, os recomiendo que realicéis una visita a los jardines del balneario. Si seguís el sendero empedrado veréis un gran lago, fuentes para beber, fuentes ornamentales, piscinas termales y un torrente de aguas bravas.
El origen y el final de este sendero tiene lugar en el lago de Caldes, un gran estanque que destaca por sus chorros de agua (a semejanza del Jet d'eau de Ginebra) y por la presencia de esquivos cisnes.
En el balneario de Caldes hay 37 fuentes de agua mineromedicinal. A lo largo del circuito veréis unas cuantas, tanto de agua fría como caliente.
Valió la pena realizar este paseo por las instalaciones de Caldes a primera hora de la mañana, sin otros caminantes. Disfrutamos de la tranquilidad del lugar, amenizada por los chorros de agua que caían de los caños.
En la parte baja del complejo, superadas las piscinas (estaban cerradas) y la fuente de Cànem, de varios caños, seguimos el sendero hasta alcanzar el río Noguera de Tor. Y en el encuentro de éste con el torrente de Sallent dimos con el manantial del Isard.
Este monumento destaca por alojar en su cima la estatua de un isard (conocido tambíén como rebeco pirenaico o sarrio), uno de los cérvidos más representativos de la parte alta del Pirineo.
A continuación tomamos la senda que asciende junto al barranco de Sallent. El agua de este torrente bajaba con fuerza entre la espesura del bosque.
En la pradera que se abre a la derecha del torrente, a los pies del hotel Caldes, contemplamos la cascada de la Cola de Caballo, una curiosa fuente que vierte el agua en forma de chorro.