- Las torres son fácilmente accesibles a pie desde la mayoría de los puntos de interés del centro de la ciudad.
- Si queréis subir a alguna torre, se recomienda comprar las entradas con anticipación, especialmente en temporada alta, para evitar largas colas.
- La subida a la cima de la torre Asinelli ofrece vistas espectaculares de Bolonia. En días despejados, se pueden ver los Apeninos y la llanura Padana.
- Llevad calzado cómodo, ya que la subida a la Torre degli Asinelli puede ser exigente.
- Aseguraos de estar en buena condición física, ya que hay muchos escalones y la subida puede ser agotadora.
- La zona alrededor de las Dos Torres está llena de cafeterías, tiendas y restaurantes, perfectos para disfrutar de la gastronomía local.
- Visitas:
1/ Las Dos Torres (Asinelli y Garisenda) y Torre Lambertini (Palacio Re Enzo).
2/ Torre Galluzzi y Torre Catalani.
3/ Torre Azzoguidi o Altabella, Torre Prendiparte y Torre Guidozagni. - Alojamiento: Hotel Palace Bologna, en la Vía Monte Grappa.
- Lo mejor:
- Situarse en la base de las Dos Torres. ¡¡Impresionante!!
- La Torre Azzoguidi, una de las más antiguas de Bolonia. - Lo peor:
- La tarde fue lluviosa y fría.
Bolonia es conocida como la "torreada" ya que, en la Edad Media, tenía más de un centenar de torres. Las dos más altas de la veintena que aún quedan en pie son la Torre Asinelli y la Torre Garisenda, construidas a finales del siglo XIII.
Las Dos Torres desde Ugo Bassi
la Torre Asinelli es la más alta de todas (97,2 metros). Su silueta empequeñece a su vecina, la inclinada Torre Garisenda (47,5 metros). Ambos edificios son conocidos como Las Dos Torres. Desde la calle Rizzoli tendréis una buena panorámica de ambas.
 Las Dos Torres desde la calle Rizzoli |
 Las Dos Torres desde la calle Rizzoli |
La Torre Asinelli fue construida entre 1109 y 1119 por la familia Asinelli. Se puede subir a su cima a través de una escalera interna de 498 escalones, lo cual es una experiencia que ofrece una vista panorámica inigualable de Bolonia y sus alrededores.
 Las Dos Torres |
 Torre Garisenda |
La Torre Garisenda tenía originalmente 60 metros, pero se redujo a 48 metros en el siglo XIV debido a problemas estructurales. Es famosa por su notable inclinación, más pronunciada que la de la Torre degli Asinelli, con una desviación de 3,2 metros sobre la vertical.
Las Dos Torres desde la plaza Porta Ravegnana
Para llegar a la siguiente torre tuvimos que sortear la lluvia que hizo acto de presencia esa tarde. Desde la calle Orefeci tuvimos la mejor panorámica de la Torre Lambertini, del siglo XII y de 25 metros de altura, actualmente incorporada al Palacio Re Enzo.
Torre Lambertini desde la calle Orefici
Al sur de la plaza Mayor, muy cerca del palacio Archiginnasio, se encuentra la Torre Galluzzi, de 30 metros de altura. Su construcción se inició en 1257, más tarde que las otras torres que aún se conservan en la actualidad.
Torre Galluzzi
Situada también al sur de la plaza Mayor, se alza la Torre Catalani, del siglo XIII y de 16 metros de altura, perteneciente a la familia del mismo apellido. También conocida como la Torre de los Cuervos, es famosa por haber sido alcanzada por un rayo en varias ocasiones.
Cuenta la leyenda que fue construida por Delfino Catalani para que su sobrino Alberto Carbonesi pudiera vigilar a su amada, Virginia Galluzzi, que tenía una torre muy cerca.
 Torre Catalani |
 Torre Catalani |
Al norte de la plaza Mayor, muy cerca de la catedral de Bolonia, tenemos más torres interesantes. En la Via Altabella se halla la Torre Azzoguidi, de 61 metros de altura.
Torre Azzoguidi desde la plaza Mayor
La Torre Azzoguidi fue construida a finales del siglo XII o principios del XIII, durante el periodo en que Bolonia estaba en auge como centro de comercio y cultura en Italia.
 Torre Azzoguidi desde Via Altabella |
 Torre Azzoguidi desde Via Altabella |
En la parte posterior de la Catedral podréis ver dos altas torres separadas por unos pocos metros. La más alta es la Torre Prendiparte, de 60 metros de altura, y la más pequeña, la Torre Guidozagni, sólo tiene 20 metros.
 Torre Prendiparte desde Vía San Aló |
 Torres Prendiparte y Guidozagni |
De la Torre Guidozagni se dice que por el poco espesor de los muros de la base, era una casa-torre, prácticamente utilizada como vivienda.
Torre Guidozagni
- Trayectos:
- Avión de Barcelona a Bolonia (i/v).
- Taxi del aeropuerto a la estación Central de tren. - Alojamiento: Hotel Palace Bologna, en la Vía Monte Grappa. - Pros: buena ubicación, a cinco minutos de la plaza Mayor.
- Estación Central: Frente a la estación encontraréis locales de comida rápida a buenos precios: pizzerías, bocaterías de mortadela, heladerías...
- Contras: desayuno caro; la TV no estaba bien sintonizada.
Poco más de una hora tarda el avión en cubrir la distancia que separa Barcelona de Bolonia. En el vuelo de ida sobrevolamos el mar Mediterráneo, hasta alcanzar la costa tirrena de Italia. Y antes de aterrizar en el aeropuerto de Bolonia pudimos contemplar los Apeninos con sus altas cimas cubiertas de nieve.
Los Apeninos desde el avión
El tren del aeropuerto ha sustituido al servicio de autobús. Y se aprovechan de ello, encareciendo de forma brutal el precio del billete (9€ por trayecto). La tarifa familiar, para tres personas, salía por unos 20€, por lo que decidimos tomar un taxi hasta la estación Central de ferrocarril (17€). El edificio ferroviario fue el punto de partida para conocer hermosas ciudades de la región.
Estación Central de Bolonia
El alojamiento en la ciudad estuvo a la altura de las circunstancias. Elegimos el hotel Palace Bologna Centro, situado en la Vía Monte Grappa. La ventana de la habitación brindó una excelente vista panorámica de la ciudad, con las altas torres medievales sobresaliendo por encima de los tejados.
Vistas desde el hotel Palace Bologna Centro
Tened presente que el hotel Palace Bologna Centro es ideal para alojaros (por su situación), pues se encuentra a cinco minutos de la plaza Mayor. Y recorad que:
- En el hotel os exigirán la dichosa tasa turística (2€ por persona y día).
- El desayuno del hotel es caro (8€ por persona). Por ese precio desayunamos los tres en un bar.
Vistas desde el hotel Palace Bologna Centro
