El Lloar fue un antiguo camino de paso entre el Ebro y Tarragona. Sus calles empinadas se asoman al río Montsant y entre sus atractivos destaca el paisaje que rodea la villa: viñedos, almendros, olivos, senderos por la sierra del Montsant, etc.
El Lloar es un núcleo muy pequeño y compacto. Desde la carretera se aprecia muy bien esta singularidad, con la iglesia sobresaliendo por encima de los tejados.
Dos calles paralelas, Mayor y Nou, vertebran el centro de El Lloar. Si accedéis por la calle Nou podréis ver la cruz de piedra que recibe a los viajeros que se acercan por la carretera.
La iglesia de Sant Miquel Arcàngel, situada en la calle Mayor, es un sencillo pero bonito edificio religioso que representa la arquitectura tradicional de la zona.
Construida en 1778, esta iglesia destaca por su estructura de piedra y su alto campanario, que se alza sobre el caserío. La fachada está decorada con una imagen del santo realizada en 1947.
![]() Iglesia de Sant Miquel |
![]() Iglesia de Sant Miquel |
A escasos metros de la iglesia, en la calle San Miquel, se encuentra el Mirador del Priorat, una fabulosa atalaya que se asoma al valle del río Montsant.
El inicio de esta senda, una de las más importantes que salen de El Lloar, se encuentra al norte del pueblo, en la prolongación de la calle Mayor.
Apta para niños pequeños, los primeros metros son los más complicados. La pista gana altura por un terreno pedregoso. Al término del mismo se alcanzan los viñedos de las bodegas Torres, cuyo centro de visitantes dejaremos a la derecha.
En el tramo final, la pista serpentea entre viñedos y almendros, hasta que se llega a la zona escarpada de las cuevas de Rogerals. Nosotros las vimos a cierta distancia. Unos metros más arriba se encuentra la Font de Minfami, de origen árabe, que ya no visitamos.
El Priorat disfruta de un clima benigno que ya supieron valorar los primeros cartujos que se instalaron en la comarca. Su sabiduría y su amor por el vino pusieron en el mapa a estas tierras, propiciando la aparición de muchas bodegas.
Bodegas Torres ha sido una de las últimas empresas en cultivar viñas en la comarca. El Lloar acoge varias hectáreas de sus viñedos.
Existen visitas guiadas de una hora y media de duración, a 17€ por barba, donde se pueden ver las viñas, la selección de la uva, las bodegas y, por supuesto, con cata incluida de los dos únicos vinos que embotellan: Salmos y Perpetual, que llevan el sello Denominación de Origen del Priorat.
La casa rural Cal Llorencet se encuentra en la calle Nou, muy cerca del centro de El Lloar. Es ideal para familias numerosoas y grupos, pues puede alojar perfectamente a 16 personas.
Lo primero que llama la atención de la casa es la gran piscina y la barbacoa. Eso sí, si os hospedáis a partir de septiembre, encontraréis el agua un pelín fría.
La casa destaca por su amplitud y limpieza. El comedor tiene una mesa muy larga y un ventanal que se asoma a la piscina. Me gustó mucho la tranquilidad y el paisaje verde que lo rodea.