Si te desplazas desde Barcelona, como fue nuestro caso, L'Ampolla es la puerta norte del Delta del Ebro. Su perfecta ubicación, en el golfo de Sant Jordi, le proporciona al municipio exquisitas playas de fina arena en aguas tranquilas.
El viaje lo realizamos en febrero, y en lugar de playas nos dedicamos a recorrer el puerto, pues junto a él se encontraba nuestro hotel.
Partimos de L'Ampolla en dirección sur, y a la altura de Camarles, entramos en el Delta del Ebro por una estrecha carretera (TV-3401) que serpentea entre arrozales y acequias. Quince minutos después alcanzamos Deltebre, que junto a Sant Jaume d'Enveja, conforman los dos últimos municipios que baña el Ebro antes de morir en el Mediterráneo.
El sol que lucía sa mañana, sumado a una alta temperatura, fuera de lo habitual para un mes de febrero, amenizó nuestro primer paseo por la ribera izquierda del gran río ibérico.
Poco a poco nos fuimos acercando al Puente Passador, construido en septiembre de 2010, que une Deltebre con Sant Jaume d'Enveja. Alcanza hasta 19,3 metros sobre el río, permitiendo el paso de embarcaciones marítimas.
El puente Passador reemplazó rutas de casi 20 kilómetros a través de Amposta o el uso de transbordadores tradicionales (pasadores), que operaron desde mediados del siglo XIX.
El Passador es el último puente que cruza el Ebro antes de su desembocadura en el mar. En días despejados, desde lo más alto podréis disfrutar de hermosas vistas del delta y del río en toda su magnitud.
Al este de Deltebre, siguiendo la T-340 por la orilla norte del delta, se llega a Riumar, una urbanización que cuenta con playa propia, además de un cámping que me sirvió de alojamiento unos años atrás.
Si estacionáis el vehículo en el último aparcamiento de la T-340, junto al río, podréis iniciar una caminata, de unos 500 metros, en dirección a la desembocadura del Ebro por la Senda GR-99.
El delta tiene importancia internacional por sus ocho especies de plantas y por las 69 de fauna vertebrada. Cuenta entre sus filas con 325 especies de aves de las 600 existentes en Europa.
A mitad del recorrido nos aupamos al Antiguo Mirador, que presentaba un estado bastante deteriorado. Al menos, nos permitió ver desde un poco más de altura la desembocadura del Ebro.
El Delta del Ebro constituye el hábitat acuático más importante del Mediterráneo Occidental después de la Camarga (Parque Regional Francés), y el segundo de España, después del Parque Nacional de Doñana.
Tras completar los 500 metros de caminata, alcanzamos el final de la Senda GR-99. Aquí veréis dos indicadores con placas donde aparecen las distancias kilométricas a las que se encuentran las ciudades por las que pasa el rio Ebro. Por si alguien se aventura.
En en este punto se alza un enorme faro de madera conocido como el Zigurat, que constituye un maravilloso mirador del delta. La subida se realiza por medio de una rampa.
Desde la parte superior del Zigurat podréis contemplar aves y los últimos metros del río antes de fundirse con las saladas aguas del mar. Es un lugar maravilloso.
Al final de la T-340, antes de llegar a la urbanización de Riumar, encontraremos el embarcadero de Buda, el punto de partida de excursiones en barco por la parte final del delta.
Son varias las compañías que fletan barcos o "golondrinas" por el delta. En el embarcadero os indicarán qué embarcación está a punto de partir. El crucerito dura una media hora y, si el mar está en calma, no reviste ninguna dificultad.
El embarcadero está a cinco kilómetros de la desembocadura y durante la apacible travesía es posible avistar aves en su medio natural. A mí me impresionó mucho navegar por el centro del río. Me sentí muy pequeño.
Desde el ferry podremos contemplar, a mano derecha la isla de Buda, y a la izquierda el Mirador del Zigurat, el último punto del delta al que se puede llegar a pie por este margen del río.
El barco, una vez alcanza el mar en la punta del Galatxo, da media vuelta y remonta el río para completar, en poco más de media hora, esta maravillosa excursión.
Si visitáis el delta en verano, podéis acercaros a la playa de Riumar. Aparte de contemplar dunas de arena dorada, podréis daros un refrescante baño.