Lago Boden o Constanza |
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Opel Vectra. Stein-am-Rhein |
La etapa más maratoniana de todas, remontar el río Rin hasta su nacimiento, había comenzado en Rheinfall. De buena mañana, tras habernos detenido en Stein-am-Rhein, uno de los pueblos más bonitos de Suiza, alcanzamos la orilla meridional del lago Boden o de Constanza, fronterizo con Alemania (es suya toda la orilla septentrional) y Austria (es suya la orilla oriental).
Al sur del lago Boden, avanzando por una carretera local entre suaves colinas, vía Amriswil, llegamos a Sankt Gallen, donde, como ya era costumbre, nos recibió una incómoda lluvia. Estacionamos el coche en zona azul, nos colocamos los chubasqueros y nos dispusimos a recorrer el casco antiguo, plagado de fuentes y casonas, del siglo XV, de varios estilos arquitectónicos y coloridas fachadas. Visitamos también la catedral y la zona peatonal.
Sankt Gallen |
Sankt Gallen |
Más tarde, bajo un fuerte aguacero, partimos de St. Gallen hacia el este por la Autopista 1. A la altura del lago Boden enlazamos con la autopista 13 en dirección sur, por un trazado que sigue el valle del Rin. En menos de media hora nos presentamos en Vaduz, la capital del diminuto estado de Liechtenstein, un país que cuenta con 30.000 almas y 80.000 empresas.
"Je, esto huele a paraíso fiscal", pensará más de uno. Pues efectivamene, durante el recorrido que realizamos por la calle principal de Vaduz sólo vimos bancos y algún que otro restaurante. Me costó horrores tomar una foto decente. Lo único que me gustó lo vi en lo alto de la única montaña que posee el diminuto país. Era el castillo medieval, que aún sirve de residencia a los príncipes herederos.
Regresamos a la autopista 13 cruzando el Rin por un nuevo puente, y 30 kilómetros después, avanzando siempre en dirección sur, llegamos a Chur, la capital del cantón de los Grisones, el más grande de Suiza. Estacionamos el coche en zona azul, muy cerca del casco antiguo y de la estación de tren, y en el plazo de una hora recorrimos las principales calles de una ciudad, que si bien carece de grandes museos y monumentos, cuenta con bonitas callejuelas medievales y una imponente catedral (de Santa María).
Centro de Chur |
Centro de Chur |
La parte final de esta larga etapa nos llevó a remontar el valle del río Rin por la carretera 19. A 30 kilómetros de Chur, en mitad de un agreste paisaje montañoso, apareció Flims, una importante estación de esquí.
Flims y valle del Rin |
Glacier Exprés |
Y más arriba, cerca del nacimiento del Rin, superamos entre placas de hielo el frío puerto de Oberalp, a 2.044 metros de altitud.
El sinuoso y lento descenso, inmersos en una espesa niebla, finalizó en Andermatt, otra reputada estación de esquí ubicada a orillas del río Reuss. Era temporada baja, pero los precios de los hoteles estaban por las nubes.
Según nuestra guía, a cinco kilómetros, en Hospental, existía un albergue de juventud, y hasta allí que nos fuimos. El precio, la casa y el trato humano fueron geniales. Y el pueblo, encajonado en un valle en la cabecera del Reuss, entre altas montañas cubiertas de nubes bajas al pie del puerto de San Gotardo, resultó ideal para relajarnos.
Hospental |
Hospental |