Con esta denominación se conocen dos construcciones funerarias —Voconios y Julios—, realizadas a cielo abierto, situadas extramuros de la ciudad romana. Estos edificios, comenzados a excavar en 1927, se han conocido desde entonces como Los Columbarios.
Ambos Columbarios son el mejor ejemplo de las edificaciones funerarias de Emérita. Los materiales utilizados para su fábrica son la mampostería y la sillería de granito.
En los Columbarios se conservan los epígrafes identificativos de las familias propietarias —los Voconios y los Julios—, por lo que se ha podido conocer el origen y condición de ellas.
El mausoleo de mayores dimensiones, de planta trapezoidal, pertenece a los Julios y el de menor tamaño, con planta cuadrada, a los Voconios. De acuerdo con el tipo de pintura, se han fechado como obras de la segunda mitad del siglo I d.C.
El Columbario de los Voconios mantiene los retratos de un matrimonio, de pie, vestidos con toga, el varón, y con manto, la mujer.
![]() Mausoleo de los Voconios |
![]() Mausoleo de los Voconios |
En el jardín anexo, se pueden contemplar otros edificios funerarios, característicos del siglo IV. Pero a mí me llamó mucho la atención un sarcófago con forma de bañera.
Anexa a los Columbarios se encuentra la Casa del Mitreo, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Mérida. Su interior ofrece una visión fascinante de la vida doméstica en la antigua ciudad romana de Emérita.
La casa, dispuesta en torno a tres patios, dispone de habitaciones familiares, dependencias comerciales o industriales, jardines, peristilo y termas.
El recorrido por la casa está didácticamente señalizado, con una visión muy acertada de todos los detalles del edificio gracias al diseño actual de pasarelas.
Gracias a las pasarelas pudimos contemplar habitaciones abiertas a los patios; posiblemente se trate de dormitorios, con pavimentos de mosaico de tipo geométrico.
Proliferan en estas dependencias las pinturas murales y mosaicos, entre los que destaca el llamado "Mosaico Cosmogónico", uno de los más interesantes y atractivos de los que han aparecido en el occidente peninsular.
La aparición de esta casa señorial romana o domus, en la misma ubicación del posible santuario mitraico, le ha dado el nombre con que actualmente es conocida la residencia: "Casa del Mitreo". Se cree que se contruyó a finales del siglo I o comienzos del siglo II.
En el exterior de la casa destacan las termas, donde aún se aprecian la zona de baños, con las piscinas decoradas con mosaicos de motios geométricos y florales. La cubierta era abovedada y estaba pintada con peces.