Cuando lleguéis a Sigüenza en vuestro vehículo, rodead el cerro que acoge el centro histórico y el castillo, y aparcad en la zona baja. Depende del día, encontraréis huecos en la calle Alfonso VI, frente a la estación de tren.
Abordaremos el centro histórico por la plaza de San Hilario. A partir de aquí tomaremos la calle Cardenal Mendoza, que en ligera cuesta arriba, nos conducirá hasta la catedral de Santa María, fundada entre 1144 y 1326.
Campanario de la Catedral |
Fachada principal de la Catedral |
Merece la pena entrar en la Catedral, en conjunto, un bello ejemplar del cisterciense o primer gótico. En su interior dstacan las Capillas de los Arces, de San Pedro, de la Anunciación, o de San Marcos, la estatua del Doncel y rosetones góticos de los siglos XII-XVI.
Vista de frente (también desde la plaza Mayor), la Catedral destaca por sus dos torres exteriores de la fachada principal, con merlones que le dan un aspecto de fortaleza militar.
Conviene no perderse la parte renacentista y barroca que se imprime en las calles y plazas, que se refleja en palacios y casas, que se percibe en conventos y ermitas. Un ejemplo de esta Sigüenza lo encontramos en la plaza Mayor.
La porticada plaza Mayor se construyó en el siglo XV en el centro de Sigüenza. Está rodeada de edificios medievales. Está porticada por sus lados este y sur, y entre los bellos edificios sobresale el Palacio del Ayuntamiento.
La empedrada calle Mayor une la plaza Mayor con el castillo. En la parte media y alta la pendiente es fuerte, pero se mitiga en parte realizando paradas para contemplar interesantes construcciones.
Calle Mayor |
Calle Mayor |
La primera parada fue en la Puerta del Sol, un pequeño portal abierto en el siglo XIII en la muralla, que comunica la calle Mayor con un camino empedrado que bordea el exterior de la ciudad medieval, conocido como el paseo de Ronda.
Unos metros más arriba hicimos un alto para contemplar la bonita fachada de la pequeña iglesia de Santiago, románica del siglo XII. Durante la Guerra Civil española fue destruida y permaneció cerrada hasta el año 2012.
En la parte alta del cerro que domina Sigüenza se encuentra el castillo de los Obispos, un palacio-fortaleza erigido en el primer cuarto del siglo XII sobre otro anterior musulmán de comienzos del siglo VIII. Fue la residencia habitual de los obispos seguntinos hasta mediados del siglo XIX.
La explanada adoquinada que hay frente al castillo es ideal para tomar fotos, pero si vais en agosto la encontraréis repleta de coches, lo cual desluce un poco las instantáneas.
Una visita a Sigüenza debe incluir un paseo por el patio de Armas del castillo. Una antemuralla da acceso a la puerta principal, del siglo XIV, flanqueada por dos cubos con sus matacanes, y almenas en la parte superior.
El gran patio interior recuerda las alcalabas árabes, e igual que en ellas, albergaba la población de Sigüenza en caso de ataque. En el centro permanece el pozo que abastecía de agua a la fortaleza.
Actualmente el castillo acoge el Parador Nacional de Turismo, que conserva su espíritu altomedieval y permite conocer a fondo esta gran fortaleza.
Las partes visitables del interior recrean a la perfección los salones y estancias en piedra tallada en que vivieron los obispos y su corte: mobiliario de época, armaduras, labradas chimeneas...
Sigüenza está declarada Conjunto Histórico Artístico. Sus iglesias, la catedral, el castillo o sus antiguas edificaciones han contribuido a ello. En el barrio Judío, que se extiende a los pies del castillo, tenéis la iglesia de San Vicente, románica del siglo XII, y la Casa de la Sinagoga, de época medieval.
Iglesia de San Vicente |
Casa de la Sinagoga |
A pocos pasos de la iglesia de San Vicente, en una encantadora placita, veréis la Casa del Doncel, un bello edificio de estilo gótico que se empezó a construir en el siglo XIII, aunque de sus primeros cimientos apenas quedan algunos restos en el sótano. La actual vivienda, convertida en museo, se levantó en el siglo XV.