En la entrada a Gea de Albarracín por la carretera que une Teruel y Albarracín, se encuentra el Centro de Interpretación del Acueducto Romano (CIGea), que ofrece exposiciones, audiovisuales y rutas guiadas para comprender mejor esta obra de ingeniería.
En el Centro de Interpretación nos explicaron cómo visitar algunos tramos del acueducto próximos a Gea. Para llegar al aparcamiento del Tramo V, correspondiente a Cañada de Monterde, tuvimos que tomar un carril de tierra de unos 900 metros de longitud.
Desde el aparcamiento, tras tomar una senda ascendente de unos 100 metros, alcanzaremos la entrada a una galería subterránea del acueducto. El acceso está bien señalizado y no reviste dificultad.
En la Cañada de Monterde finalizan los primeros 17 kilómetros del acueducto que los ingenieros romanos proyectaron como galerías excavadas en las laderas del valle del río Guadalaviar.
![]() Galería. Cañada de Monterde |
![]() Galería. Cañada de Monterde |
Para la construcción del acueducto se utilizaron mampostería y argamasa. Las marcas dejadas en la piedra indican el uso de herramientas como picos y punteros de sección triangular, reflejando la destreza de los ingenieros romanos.
En el interior de la galería se puede observar la presencia de pequeñas repisas excavadas en la roca para la colocación de candiles de iluminación o lucernas.
El principal objetivo del acueducto era abastecer de agua a la ciudad romana situada en el actual emplazamiento de Cella, conocida en la antigüedad como Urbiaca. Además del consumo doméstico, el caudal suministrado permitía el funcionamiento de instalaciones industriales como molinos, fraguas o batanes.
En Cañada de Monterde, el acueducto combina tramos a cielo abierto con galerías subterráneas excavadas en la roca. Estas últimas se identifican en la superficie por la presencia pozos de ventilación, algunos de los cuales alcanzan profundidades de hasta 50 metros.
![]() Pozo de ventilación. Cañada de Monterde |
![]() Pozo de ventilación. Cañada de Monterde |
No teníamos previsto detenernos en ningún tramo más del acueducto; llovía y queríamos llegar cuanto antes a Albarracín. Nos contentábamos con ver su trazado desde la carretera, en el interior del coche.
Pero cambiamos de opinión llegados a una curva de la carretera. Un hermoso cartel anunciaba el Tramo II del acueducto romano, correspondiente a la Galería de los Espejos. Decidimos verlo.
Una placa indica el inicio de la senda que se debe seguir para alcanzar la Galería de los Espejos. La primera parte es en suave ascenso, hasta alcanzar un tramo horizontal paralelo a la carretera. No reviste ninguna dificultad.
A partir del Castillo de Santa Croche (punto de captación de agua) se observa el primer tramo conservado del acueducto. Tras una primera zona con canal excavado a cielo abierto, a modo de acequia, aparece el acueducto tallado en la pared rocosa.
![]() Acceso a la Galería de los Espejos |
![]() Galería de los Espejos |
Este tramo forma uno de los sectores más interesantes de esta obra hidráulica: la denominada popularmente como Galería de los Espejos, una mala traducción del latín, pues specus significa "cueva, gruta, caverna", y no "espejo".
![]() Galería de los Espejos |
![]() Galería de los Espejos |
La poca distancia entre la galería y la pared rocosa facilitó a los constructores la apertura de numerosas ventanas laterales situadas muy próximas unas de las otras.
Las galerías fueron excavadas a golpe de pico, cuyas huellas se pueden reconocer en numerosos puntos, y poseen una altura media de 1,95 metros y una anchura de 1,25 metros.
El camino de vuelta al aparcamiento lo podéis realizar desde el arcén de la carretera. De esta forma podréis contemplar las ventanas abiertas en la roca, característias del Tramo II del acueducto.