A última hora de la tarde, tras visitar las ruinas de Selinunte, partimos hacia Agrigento por la carretera de la costa. En el casco viejo localizamos el hotel Pirandello Mare, que no era precisamente un palacio. Pagamos 75€ por una noche, con desayuno incluido. A la mañana siguiente, desde la habitación del hotel, disfrutamos de unas buenas vistas del Valle de los Templos, nuestro objetivo en Agrigento.
Nos presentamos a las nueve de la mañana en el aparcamiento del Valle de los Templos, el recinto arqueológico de Agrigento, el más popular de Sicilia. En el aparcamiento nos espera el "gorrilla" de turno para pedirnos 2€. Discutí con él y conseguí que nos rebajara la tarifa a 1€.
La carretera divide en dos el yacimiento de la vieja Akragas griega (fundada en el 581 a.C.). Al oeste del Olimpeion admiramos el templo de los Dioscuros, del siglo V a.C., que honraba a Cástor y Pólux, y del que sólo quedan en pie cuatro columnas.
Junto al templo de Dioscuros se encuentran las ruinas del templo de Zeus Olímpico, del 480 a.C. Se cree que es el templo dórico más grande nunca construido, y el tercero entre los templos griegos.
A continuación marchamos a la parte oriental del recinto, la más extensa y la que más templos acoge. Nada más cruzar la carretera por un puentecito veréis el templo de Heracles o Hércules, realizado hacia el año 500 a.C. en estilo dórico períptero. Se trata de uno de los templos más respetados por los habitantes de la antigua Akragas.
La necrópolis paleocristiana se encuentra junto al templo de la Concordia, pues la zona alrededor del templo fue más tarde reutilizada por los primeros cristianos como una catacumba, con tumbas extraídas de los acantilados y afloramientos rocosos.
El templo de la Concordia es uno de los mejor conservados de la Antigüedad griega, junto con el Hefestión (Teseión) de Atenas y el templo de Poseidón en Paestum. Es una de las más perfectas realizaciones de la arquitectura dórica.
La zona alrededor del templo de la Concordia fue más tarde reutilizada por los primeros cristianos como una catacumba, con tumbas extraídas de los acantilados y afloramientos rocosos.
Por último, en el punto más oriental del Valle de los Templos, se encuentra el templo de Hera, conocido popularmente como templo de Juno Lacinia (el equivalente romano de esta diosa griega).
El templo de Hera fue alzado en los años 460-450 a.C. Es un templo dórico períptero, de 6 x 13 columnas, construido sobre un basamento de cuatro gradas, destinado a compensar desigualdades del terreno.
A mediodía partimos hacia el este de Sicilia por la carretera de la costa. Recorrimos casi cien kilómetros en coche hasta alcanzar Marina de Ragusa, municipio que cuenta con estupendas playas. A media tarde nos dirigimos a Ragusa, ciudad donde devolvimos el coche de alquiler.
A la mañana siguiente, tomamos el tren hasta Pozzallo, villa portuaria unida con Malta por medio de rápidos catamaranes. En la calle que salía de la estación fuimos recogidos por un desinteresado lugareño que decidió acercarnos en coche hasta el centro. Qué amable.
Llegados al centro de Pozzallo descubrimos que el puerto se hallaba a tres kilómetros de distancia. Una florista se ofreció a llevarnos en su coche hasta las taquillas de Virtu Ferries. No aceptó dinero, pero sí nuestro agradecimiento. Qué gente más amable.