Situado en la plaza de la Independencia, el Palacio de los Normandos recorre la historia de Sicilia desde el siglo XII. En la antigüedad fue castillo bizantino y morada de los reyes de Aragón. Actualmente es la sede del Parlamento siciliano.
En su interior, aparte de admirar sus muchas salas, contemplamos la Capilla Palatina (del año 1140), de estilo árabe-normando, decorada con mosaicos de mármol con incrustaciones en oro. El escudo aragonés también estaba presente.
En la esquina norte del Palacio de los Normandos, dando paso a la céntrica Vía Vittorio Emanuele, veréis la Porta Nuova, erigida a finales del siglo XVI tras la importante victoria de Carlos V sobre el ejército turco. El edificio es la puerta de entrada a la parte histórica de Palermo.
La Porta Nuova y la Vía Vittorio Emanuele os conducirán a los principales edificios y monumentos de Palermo. Uno de estos rincones lo tenéis en la plaza del Parlamento. Si camináis por los jardines, frente a la fachada del Palacio Real, descubriréis la preciosa escultura de Felipe IV, rey de España, aunque en la actualidad se exhibe la de Felipe V, ya que la anterior fue destruida durante la revolución de 1848.
Anexa a la plaza del Parlamento se encuentra la plaza de la Victoria, que acoge el parque de Villa Bonano. Entre los bustos, estatuas y senderos que recorren este hermoso parque, podréis ver los restos de una Domus romana.
Construida a finales del siglo XII (año 1184), la Catedral de Palermo destaca por sus diferentes estilos arquitectónicos, desde el árabe hasta el normando. Por fuera, su aspecto se asemeja al de una fortaleza con defensas. Os llamará la atención su gran entrada de tres arcos de estilo aragonés y su amplia plaza.
El interior de la Catedral tiene forma de cruz latina, lo más destacable es la capilla de Santa Rosalía, decorada en plata y con relieves en mármol. La entrada a la Catedral es gratuita, pero si se quieren visitar las tumbas de los reyes sicilianos y la diadema imperial de Constanza de Aragón (del siglo XII) tendréis que pagar. La visita completa cuesta unos 15€.
Avanzando por Vittorio Emanuele alcanzamos la famosa esquina de los Cuatro Cantos (quattro Canti), que tiene la figura de un rey aragonés en cada chaflán de un edificio.
Junto a la esquina de los Cuatro Cantos, en la plaza Pretoria, podréis admirar la Fontana Pretoria, emblemática fuente del siglo XVI conocida por el diseño en varios niveles y las estatuas desnudas de figuras mitológicas.
Más allá de los Quatto Canti, la Vía Vittorio Emanuele parte en dos el entramado de estrechas callejuelas que cuartean la zona más antigua de Palermo. Conviene callejear para descubrir mercados como el de la Vucciria, o las iglesias de San Francisco, San Lorenzo...
Podéis poner fin a la visita a Palermo en el puerto, conocido como "La Cala". Antes de regresar a la Porta Nuova por Vittorio Emanuele, podéis tomar un descanso en el Jardín Garibaldi, situado en la plaza Marina.