La tercera etapa en Occitania transcurre en Montpellier, una de las ciudades más animadas y dinámicas del sur de Francia. Estacionamos el coche en pleno centro, en un aparcamiento subterráneo de la plaza de la Comedia, también conocida como "l’Œuf" (el huevo) por su forma ovalada.
La plaza de la Comedia es la más emblemática de Montpellier. En un lateral se localiza la Ópera de Comédie, uno de los teatros más importantes de la región.
La plaza de la Comedia es el punto de encuentro de la ciudad; de hecho, nosotros fuimos a parar allí de casualidad. Está rodeada de edificios haussmanianos y en su centro se halla la Fuente de las Tres Gracias, símbolo de Montpellier.
Cerca de la plaza de la Comedia, en el bulevar Víctor Hugo, se halla la Tour de la Babote, una torre del siglo XII que fue parte de la fortificación de Montpellier y albergó un observatorio.
El casco antiguo de Montpellier, conocido como L'Écusson, está compuesto por un conjunto de calles estrechas y adoquinadas llenas de historia. Recorrimos algunas de estas calles mientras nos encaminábamos hacia la catedral de San Pedro.
En nuestro deambular por el centro histórico desfilamos por la Promenado de Peyrou, un hermoso paseo elevado con vistas panorámicas de la ciudad y los Pirineos en días despejados. Aquí podréis ver el Arco de Triunfo de Montpellier, construido en el siglo XVII en honor a Luis XIV.
Sin lugar a dudas, el templo gótico más importante de la ciudad es la catedral de San Pedro (Saint-Pierre), que en origen (siglo XIV) fue un monasterio.
Exteriormente, la Catedral destaca por sus dos pilares cónicos en la entrada, ¡son impresionantes!. El interior, que es bastante sobrio, cuenta con doce capillas, obras de arte y hermosas vidrieras.
![]() Pilares de la catedral de San Pedro |
![]() Pilares de la catedral de San Pedro |