• El aeropuerto de Praga queda un pelín retirado del centro. No desesperéis si veis que el autobús tarda mucho en llegar.
• El albergue de juventud Old Prague Hostel no estuvo a la altura. Los ruidos y el desayuno escaso desequilibraron una balanza que debió inclinarse hacia su buena situación, cerca de la Plaza Vieja.
• Si vais a estar dos o tres días en Praga, os recomiendo que dediquéis uno a cada barrio: Stare Mesto, Castillo y Malá Strana.
• El acceso principal a Malá Strana es por el Puente de Carlos.
• Nosotros visitamos el barrio descendiendo a pie desde el Castillo de Praga.
• La calle Mostecká une el Puente de Carlos con la plaza de la Ciudad Pequeña.
• Praga cuenta con buenas tabernas donde mover el bigote y probar buena cerveza Pilsen. En Stare Mesto, cerca de la comercial calle Real, hay muchas.
• De entre los souvenirs que podéis traeros de Praga, existe la opción de adquirir buen cristal de Bohemia en forma de copas, jarrones, vasos, etc.

Tras visitar las mazmorras del Castillo de Praga, abandonamos la fortaleza a pie por la puerta inferior. En un corto intervalo de tiempo, pues todo era cuesta abajo, nos presentamos en Malá Strana o Ciudad Pequeña.

Praga durante el descenso del Castillo

Malá Strana se fundó a finales del siglo IX, a la vez que lo hacía el Castillo. Sin embargo, su verdadera fundación como ciudad con murallas y organismos de gestión propios tuvo lugar en el año 1257, durante el reinado de Otakar II.

Calle Cihelná

A lo largo de su historia sufrió devastadores incendios que obligaban a reconstruir esta parte de Praga. El aspecto actual del barrio fue creado sobre todo en el siglo XVIII, cuando se construyeron importantes palacios, jardines y templos.

Puente de Carlos y Río Moldava

Justo debajo del Puente de Carlos se encuentra la isla de Kampa. Aquí podréis apreciar la llamada "Venecia de Praga", cuyas casas bordean un brazo del río Moldava.

Isla de Kampa

La isla de Kampa, a orillas del río Moldava, es ideal para realizar un descanso antes de iniciar la visita al corazón de Malá Strana.

Isla de Kampa

Desde la isla de Kampa veréis la torre de la Ciudad Pequeña, del siglo XV. Y si subís al puente de Carlos, os situaréis en la calle Mostecká, el lugar ideal para tomar un bocado en alguno de sus locales de comida rápida.

Bajo el Puente de Carlos

La calle Mostecká une el puente de Carlos con la plaza de la Ciudad Pequeña (Malá Strana), que aloja otra joya de Praga: el templo de San Nicolás, del año 1755, la obra de mayor importancia de estilo barroco que posee la ciudad.

Aledaños de la plaza de Malá Strana

La plaza principal y el mercado se situaba en lo que hoy es la plaza de Malá Strana (Malostranské náměstí), donde se encuentra el templo de San Nicolás, la principal igleia del barroco praguense.

Plaza de Malá Strana

A partir de la plaza de Malá Strana tomamos la calle Nerudova, que en un prolongado ascenso, vertebra el barrio de Malá Strana.

Calle Nerudova

Antiguamente, cuando no existían las numeraciones de las calles, se identificaban a las casas o a sus propietarios mediante nombres o emblemas que colocaban, sobre todo, encima de las puertas.

Calle Nerudova

La calle Nerudova, que une el Castillo con la plaza de la Ciudad Pequeña, es el lugar donde más se han conservado dichos nombres y emblemas. La Casa del número 12 con sus tres violines, la de la llave dorada en el 27 y la de San Wenceslao a caballo en el 34 son algunas de ellas.

Casa de los Tres Violines. Calle Nerudova

Pusimos fin al interesante recorrido por Malá Strana acercándonos hasta el templo de Loreto, lugar de peregrinaje mariano, famoso por su campanario musical y por albergar la iglesia del Nacimiento.

Templo de Loreto

Templo de Loreto

Al caer la noche, como hiciéramos el día anterior, nos dejamos caer por la plaza Vieja de Stare Mesto. Queríamos empaparnos de ese ambiente medieval que ser respira en el corazón de Praga, con su reloj Astronómico, sus fuentes y la iglesia de Tyn iluminada.

Plaza Vieja (Stare Mesto)