En Muriel de la Fuente, en un prado de la margen izquierda del río Abión, se encuentra la Casa del Sabinar, el Centro de Interpretación y dinamización del Parque de la Fuentona y el Sabinar de Calatañazor.
Desde la Casa del Parque hay 1,9 kilómetros hasta el Ojo de la Fuentona. Si no queréis caminar tanto, os aconsejo que estacionéis el vehículo en el Aparcamiento 2, junto al Punto de Información. Os costará algunos eurillos, pero os ahorraréis un largo tramo de 700 metros.
Aparcamiento 2 de la Fuentona |
Inicio de la senda SO-PR-16 |
En el Punto de Información comienza la senda SO-PR-16, un camino de ribera que sigue el cauce del río Abión hasta el Ojo de la Fuentona (1,2 kilómetros ida). En estos primeros metros, más allá del ámbito de la influencia del río, aparece la formación vegetal dominante: la sabina.
A lo largo del recorrido cruzaremos una vez el río Abión por un largo puente de madera. Este puente. que se encuentra junto al Pozo de Peñandía, es un privilegiado mirador de las cristalinas aguas del río.
El río Abión, en sus primeros metros, va formando pequeñas balsas de agua a partir de la poza de la Fuentona, que es la primera. Por este orden aparecen el Pozo Verde y el Pozo de Peñandía. El Pozo Verde es llamado así por el color verdoso del agua debido a las algas y a los berros.
Desde las pasarelas de madera podremos obsevar las plantas y árboles que crecen junto al agua: espadañas, sauces y carrizales. En sus bordes, hileras de chopos ofrecen la nota de color durante los meses de otoño.
La senda es relativamente corta, aun así, si la hacéis en verano no debéis olvidar introducir en las mochilas agua y algo de comida. Si vais escasos de agua, a mitad del recorrido encontraréis la fuente de las Calabazas. El agua del caño es fresca y potable.
A unos metros de la fuente llegaréis a un cruce de caminos. El de la derecha sigue el arroyo de la Hoz, y tras cubrir 700 metros se alcanza la cascada de la Fuentona (en verano no suele tener agua). Nosotros seguiremos por la senda de la izquierda.
A partir del cruce de sendas, tras cubrir los últimos 170 metros, alcanzaremos el Ojo de la Fuentona de Muriel, que es el principal valor de este espacio natural.
La Fuentona de Muriel, nacedero del río Abión, es una pequeña laguna que mantiene una inusual transparencia en sus aguas. A partir de aquí el río forma un peculiar cañón, con abundante vegetación y variada fauna.
El agua mana a los pies de unas potentes masas calizas, cubiertas por sabinas, pino negral y chopo, además de las plantas propiamente acuáticas. El "Ojo de Mar", como también se le conoce, está declarado Monumento Nacional.
En 2002, el equipo del programa "Al filo de lo imposible" exploró las dos galerías subterráneas por las que circula el agua, alcanzando los 100 metros de profundidad y los 250 de longitud. En 2008 otro grupo de espeleólogos alcanzó 115 metros de profundidad. A partir de ese punto la gruta sigue inexplorada.
Se recomienda visitar la Fuentona en días claros y en hora temprana. El sol incide en la superficie, reflejando sus hilos de colores hacia el fondo, allí donde la imaginación ha ideado monstruos y andinas.
Fuentona de Muriel |
Fuentona de Muriel |