Foz de Lumbier |
Partimos de Ezcároz de buena mañana por la N-178 y 12 kilómetros antes de llegar a Domeño, nos detuvimos en el Mirador de Iso, que constituye una excelente atalaya para contemplar la Foz de Arbayún, una impresionante garganta excavada por el río Salazar a lo largo de miles de años al encontrarse con la muralla de la sierra de Leyre.
Proseguimos por la N-178, y a la altura de la villa de Lumbier tomamos el desvío que llevaba al aparcamiento de la Foz de Lumbier. En 2006 estacionabas gratis, pero ahora te cobran unos euros. A partir del aparcamiento deberéis seguir un camino señalizado que, en unos quince minutos, os conducirá a la hoz.
La Foz de Lumbier es un desfiladero por el que serpentea el río Irati, cuyo caudal se ve aumentado unos metros antes gracias al aporte de las aguas del río Salazar.
Se trata de una hoz estrecha y pequeña, de 1.300 metros de longitud, con paredes que presentan tramos totalmente verticales que llegan a alcanzar los 150 metros de altitud y que constituyen el hábitat ideal de una nutrida colonia de buitres leonados.
La hoz puede ser recorrida por un sencillo camino interior ubicado al pie de los acantilados. El trazado fue realizado para el tren de Irati (primer tren eléctrico de España), un ferrocarril de vía estrecha que comunicó Pamplona con Sangüesa.
Las vías se han retirado y su lugar lo ocupa una senda prácticamente llana, que incluye dos largos túneles tallados en la piedra de 206 y 160 metros.
Al final de la hoz podréis ver las ruinas del Puente del Diablo (siglo XVI), de un solo arco, destruido por los franceses en la Guerra de la Independencia.