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![]() Rincón del Caballo Blanco |
Cubrimos en poco más de media hora los escasos 40 kilómetros que separan, por la N-240, Lumbier de Pamplona, iniciando así la segunda excursión del día. Tras estacionar los vehículos comenzamos la visita a la capital navarra por la Ciudadela, fortificación amurallada construida entre 1571 y 1645.
La Ciudadela nació para proteger Pamplona del enemigo, a instancias del rey Felipe II, quien la mandó construir en 1571 con el fin de hacer frente a las constantes incursiones del ejército francés.
Su estructura original tenía forma de pentágono regular con cinco baluartes en los ángulos, pero la construcción del Primer Ensanche de la ciudad obligó al derribo de dos de ellos. En 1964 fue cedida al Ayuntamiento.
Nos dirigimos a pie hasta el centro de Pamplona, y fuimos a parar a la céntrica plaza del Castillo, ubicada en el corazón de la ciudad.
Su nombre proviene del castillo que estaba situado en su parte oriental, construido por Luis Hutín en 1310, y que tomó la plaza como patio de armas.
Entre la plaza del Castillo y la Ciudadela podréis ver San Nicolás de Bari Eliza, una iglesia-fortaleza que data del siglo XII. Del templo original se conservan la torre y el interior cisterciense; las vidrieras son del siglo XIV y el resto de la construcción obedece a diferentes reformas realizadas entre los siglos XVIII y XX.
Quisimos entrar en el centro histórico de Pamplona a lo grande, abordando la peatonal calle Estafeta, la misma por la que corren los toros en San Fermín, y que concluye en la cercana plaza de toros.
Caminando por las populares calles Estafeta y Mercaderes alcanzamos el viejo Ayuntamiento, un edificio que destaca por su fachada barroca y neoclásica.
Y en la calle Santo Domingo, muy cerca del Ayuntamiento, tenéis otro rincón especial asociado al mundo de los Sanfermines: la Hornacina de San Fermín.
![]() Hornacina de San Fermín |
![]() Hornacina de San Fermín |
En un murete de la calle podréis ver la Hornacina de San Fermín, con la imagen del santo, el lugar donde los mozos cantan el rezo para el encierro.
Cerca de la catedral de Santa María se encuentra la plaza de San José, y un poco más allá, podréis acceder al mirador del Caballo Blanco por la singular y angosta calle del Redín.
![]() Calle del Redín |
![]() Rincón del Caballo Blanco |
Al final de la calle Redín accederéis al Rincón del Caballo Blanco, uno de los espacios más peculiares de Pamplona, con una vista genial de las murallas y los baluartes defensivos.
Desde el baluarte del Redín tendréis una buena vista panorámica de la muralla norte, del baluarte Bajo del Pilar y del Portal de Francia, antigua entrada a la ciudad.
Podéis caminar por el exterior de la muralla desde la ronda del obispo Barbazán. De esta forma veréis el muro este y un lateral de la catedral de Santa María, del siglo XV.