De la lista de países más pequeños del mundo, San Marino ocupa el quinto lugar, por detrás de Vaticano, Mónaco, Nauru y Tuvalu. Es además uno de los seis micro Estados europeos. Tenía una deuda con este pequeño territorio enclavado en Italia, muy cerca del mar Adriático, el único país occidental de Europa que me faltaba por visitar. Y por fin la saldé.
TOPÓNIMO DE SAN MARINO
Consejos e información útil
- La Ciudad Vieja de San Marino está unida con Rímini por medio de un autobús de línea (autobuses Bonelli).
- Encontraréis la parada del autobús a 200 metros de la estación de tren de Rímini.
- Podéis adquirir los billetes en el autobús o en un kiosco situado frente a la estación de tren. El precio es el mismo: 5€ por trayecto.
- En cuanto lleguéis a Rímini, buscad la parada del bus y poneos a la cola. Si el bus se llena tendréis que esperar al siguiente (1h, 30min).
- Tened presente los horarios de los buses, tanto el de ida como el de vuelta. De esta forma planificaréis mejor la estancia en la ciudad de San Marino.
- Tened en cuenta que el autobús emplea entre 45 y 50 minutos en cubrir la ruta, pues efectúa varias paradas intermedias.
- Cuatro horas son suficientes para visitar la ciudad de San Marino, que debería incluir el castillo Rocca o Guaita.
- San Marino es una especie de paraíso fiscal, parecido a Andorra. Encontraréis tiendas a punta pala, restaurantes caros, baratos, etc.
- Lo mejor de San Marino son sus fortificaciones y sus fabulosas vistas panorámicas, sobre los Apeninos y el mar Adriático.
- San Marino cuenta con algunos museos curiosos: Museo de las Criaturas de la Noche y los Vampiros, Museo de la Criminología medieval y de la Tortura...
- Trayectos: Autobús de Rímini a San Marino (i/v) (45 min. y 5€ por trayecto).
- Visitas:
1/ Plaza Calcigni y plaza Stradone.
2/ Iglesia de San Quirino y Porta Nova.
3/ Plaza de Santa Ágata, plaza de San Francisco y Puerta de San Francisco.
- Alojamiento: Hotel Bolonia Centro, en Bolonia (Italia).
- Almuerzo: Restaurante Café Divino, cerca del Paso de Streghe.
- Lo mejor:
- Las vistas desde la plaza Lo Stradone.
- La puerta de San Francisco.
- Lo peor:
- El bus iba lleno y mucha gente no pudo subir (la espera era de una hora y media).
Autobús Rímini - San Marino
Esa mañana, tras apearnos del tren en la estación de Rímini, compramos los billetes del autobús a San Marino en un kiosco próximo (10€ ida y vuelta por persona). Subimos al bus y ocupamos los asientos delanteros, pues quería fotografiar la llegada al país. De hecho, tomé una buena instantánea de la entrada a Donaga, primera población que apareció tras cruzar la frontera italiana.

Donaga. San Marino
A partir de Donaga, proseguimos por una carretera de dos carriles por sentido que, en continuo ascenso, se fue aproximando al monte Titano, el farallón rocoso en forma de barra que acoge la ciudad vieja de San Marino. Desde la carretera, esta roca alargada impresiona por sus grandes dimensiones y altura (750 metros). De hecho, se ve perfectamente desde el mar Adriático.

Monte Titano desde la carretera
Plaza Calcigni
El autobús nos dejó en la plaza Calcigni, una explanada situada en la parte baja de la ciudad de San Marino, que nos brindó unas fabulosas vistas panorámicas de las colinas que rodean este pequeño país. Hacia el oeste se intuían altas cimas de los Apeninos, ya en territorio italiano.

Plaza Calcigni

Panorámica desde la plaza Calcigni
Plaza Stradone
En un plano superior (se puede subir por unas escaleras o por ascensor), se encuentra la plaza Stradone, caracterizada por sus sólidas fortificaciones y sus altas torres.

Plaza Stradone

Plaza Stradone
Iglesia de San Quirino
Hacia la derecha de la plaza de Stradone se alza la iglesia de San Quirino, del siglo XVI, caracterizada por el pórtico abovedado de la entrada y por su curioso campanario.

Iglesia de San Quirino
Porta Nova
Por la Vía Paolo III alcanzamos la sencilla Porta Nova, de un arco, que se abre en el lado sur de la muralla. A partir de aquí avanzamos por la contrada de la Porta Nova, un sombrío callejón flanqueado por altos muros pertenecientes a palacetes.

Porta Nova

Contrada de la Porta Nova
Plaza de Santa Ágata
La contrada de la Porta Nova finaliza en la plaza de Santa Ágata, presidida por la estatua de bronce de Girolamo Gozi, el liberador de la República de San Marino.

Plaza de Santa Ágata
Plaza de San Francisco
Ahora avanzamos por la contrada de San Francisco, una calle estrecha que acoge el Museo de San Marino y el Museo de la Criminología Medieval. Feuimos a parar a la pequeña plaza de San Francisco, que alberga la iglesia de San Francisco, terminada en el año 1400.

Plaza de San Francisco
En la plaza de San Francisco comienzan las callejuelas que, en continua pendiente (no apta para carritos ni sillas de ruedas), penetran en el corazón de la Ciudad Vieja, como la Via Basilicius, repleta de tiendas de regalos.

Iglesia S. Francisco desde la calle Basilicius
Puerta de San Francisco
De hecho, la plaza de San Francisco es un lugar histórico. Aquí se encuentra la Puerta de San Francisco, que da acceso a la zona vieja de San Marino a través de la muralla oeste.

Puerta de San Francisco

Puerta de San Francisco
Durante el día, en la calle Stradone (al otro lado de la Puerta de San Francisco), veréis un policía en una garita gestionando el tráfico y ayudando a la gente a cruzar la calle.

Garita del policía