Tui desde la ciudadela |
Partimos de Tui a mediodía, por la calles de la ciudad, en un continuo descenso que nos condujo hasta el Puente Internacional de Hierro, una estructura metálica de 318 metros de longitud que une Tui con Valença do Minho. El puente se inauguró en 1882 por el arquitecto Pelayo Mancebo, inspirándose en la Torre Eiffel. La parte superior es un paso ferroviario que une Vigo con Oporto y la inferior, por la que apenas caben dos coches, es utilizada también por los peregrinos que realizan el Camino de Santiago.
Teníamos dos opciones para detenernos, en el lado español o en el portugués; y elegimos el lado luso, pues teníamos ganas de entrar cuanto antes en Portugal. Detuvimos el coche junto a la antigua aduana, un viejo edificio ubicado a los pies de la ciudadela de Valença, y desde allí fuimos a pie hasta el puente.
Caminar sobre la estructura metálica de las pasarelas producía una cierta sensación de vértigo, pues a través de los hierros entrelazados de la base se podía ver el fluir de las agitadas aguas del Miño, que más que un río parecía un mar en movimiento. Cuando pasaban coches por el puente el ruido era ensordecedor, no quise imaginar si hubiera circulado un tren estando yo allí.
A quince minutos de Tui, cruzando a pie el Puente Internacional por los pasillos laterales (cinco minutos si se realiza en coche), se alza la imponente fortaleza de Valença do Minho. Desde fuera, su imponente muralla llama la atención de propios y visitantes, incluso se divisa perfectamente desde la catedral de Tui.
Para visitar la fortaleza os aconsejo que dejéis el coche en el solar habilitado como aparcamiento ubicado junto a la entrada principal del recinto. Sólo os costará 1 euro. A través de la Puerta del Sol accederéis al interior de esta maravillosa ciudad monumental, totalmente empedrada, que acoge edificios de bella factura, con los clásicos balcones de hierro pintados de blanco.
En el interior de la ciudadela no debéis perderos la plaza de la República, la puerta do Meio y baluartes repletos de cañones como los del Carmo, Joao, o del Socorro.
El almuerzo, a base de bacalao y carne, lo realizamos intramuros, en el restaurante O Limoeiro (excelente relación calidad-precio).
La carne |
El postre |