Llegamos a Roma la noche anterior, en un rápido tren regional procedente de Nápoles. Y a primera hora de la mañana, tras el obligado desayuno en el youth hostel, tomamos el autobús 40 hacia el centro de Roma. Iniciamos la visita a la Ciudad Eterna en el monumento a Vittorio Emanuele II, peculiar edificio construido en mármol blanco que se asemeja a una tarta de pastel.
La Vía de los Foros Imperiales fue construida durante la dictadura de Benito Mussolini y discurre en línea recta desde la plaza de Venezia hasta el Coliseo. Iniciamos la caminata por el Foro de Trajano, que está presidido por la Columna Trajana.
![]() Foro de Trajano |
![]() Columna Trajana |
Del Foro de Trajano pasamos al Foro de César y al Foro Romano, que cuenta con restos de palacios y el Arco de Septimio Severo.
En 2002 podías caminar por el Foro romano sin necesidad de abonar entrada. Y eso hicimos, movernos libremente por la Vía Sacra hasta el Arco de Tito, construido hacia el año 80 d.C. por el emperador romano Domiciano poco después de la muerte de su hermano mayor, Tito, para conmemorar las victorias de éste.
Quería visitar el Coliseo en primer lugar, pero la cola para sacar los billetes era sumamente larga. En la entrada al Palatino por la Vía de San Gregorio no había nadie. Adquirí el combinado Coliseo + Palatino por 8€ y accedí al interior de este último.
El Palatino está integrado por varios palacetes pertenecientes a los sucesivos emperadores que la habitaron. Destaca la Domus Augustana: parte pública del palacio imperial en donde los emperadores recibían embajadores y visitas oficiales, y la Domus Flavia: parte privada del palacio imperial, que recibe el nombre de la dinastía que se inicia con Vespasiano.
![]() Domus Augustana. Palatino |
![]() Estadio de Domiciano |
También cabe destacar el Estadio de Domiciano, un espacio delicioso por el que pasear entre jardines y fuentes en la parte baja (hipódromo), o por su pasillo superior como un palco del Palacio Imperial.
Qué se puede decir del Coliseo romano que no se haya escrito ya. En mi caso, lo había visto once años atrás, cuando realicé mi primer Interrail por Europa. Por aquel entonces, sólo vi el exterior de esta fabulosa obra de la ingeniería romana, y me impresionó lo suficiente como para lamentar no haber entrado.
El Coliseo es el monumento romano más admirado de todos los tiempos. Aunque no entréis, os recomiendo que contempléis la genial obra hasta extasiaros, que la rodeéis y que la disfrutéis a cierta altura desde la calle Parco del Celio.
![]() Rodeando el Coliseo |
![]() El Coliseo desde Parco del Celio |
En esta ocasión, gracias a mi billete conjunto (Palatino + Coliseo), aparte de rodear este imponente edificio (el más impresionante de Roma), sí pude admirar su fabuloso interior.
![]() Interior del Coliseo |
![]() Hipogeo del Coliseo |
Desde la tarima de madera que habían colocado sobre la arena pude ver las gradas y parte del subsuelo, compuesto por un complejo de túneles y mazmorras conocido como el Hipogeo.