Plaza Vieja. Barrio Alto |
Poco más de media hora separan Verona de Brescia en ferrocarril. No encontramos un billete directo a Bérgamo, así que tuvimos que hacer transbordo y demorarnos unos veinte minutos. Finalmente, empleamos algo más de una hora en alcanzar nuestro objetivo: la estación de Bérgamo, ubicada en el Barrio Bajo (Basso).
Nuestro objetivo: el casco antiguo de Bérgamo, o Barrio Alto, ya se podía vislumbrar desde la estación de tren, en lo alto de una colina. En un mapa del callejero vimos que había un funicular que subía hasta la colina. Y no nos lo pensamos dos veces.
Tardamos quince minutos en llegar hasta la parada del funicular que une ambos barrios. Este económico y rápido transporte, nos catapultó a la parte más antigua de la ciudad (Bérgamo Alto).
La parte alta de Bérgamo nos sorprendió por su belleza y elegancia. Caminamos un poco a ciegas por calles adoquinadas, rodeadas de murallas venecianas, con la mirada perdida en la alta Torre del Gombito, del año 1200, la más alta de la ciudad con sus 52 metros.
Vía Gombito |
Torre del Gombito |
A través de la peatonal calle Gombito fuimos a parar a la plaza Vieja, que cuenta con uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de la Lombardía.
La plaza incluye la Torre del Comune (siglo XII), con un reloj y una campana que toca todos los días a las 10h, la Biblioteca Cívica (siglo XVI) y el Palacio de la Ragione, del siglo XII, adornado con una estatua del león de Venecia.
Los porches del Palacio Ragione nos condujeron hasta la basílica de Santa María la Mayor y a la capilla Colleoni, del año 1476, obra maestra del Renacimiento, que destaca por su fenomenal fachada con diseños de mármol.
Capilla Colleoni |
Santa María la Mayor |
La entrada a la iglesia de Santa María se encuentra en la plaza del Duomo, junto a la Catedral. Fue fundada en 1137 en el lugar que ocupaba otra antigua iglesia del siglo VIII dedicada a Santa María, que a su vez se construyó sobre un templo romano dedicado a la clemencia.
Santa María la Mayor |
Santa María la Mayor |
Mereció la pena pagar un par de euros para ver el interior de la basílica de Santa María, que destaca por la renovación barroca que se llevó a cabo en el siglo XVII.
Poco antes de que anocheciera, descendimos a la parte baja de Bérgamo haciendo uso del funicular; y minutos más tarde montamos en un nuevo tren Regional y partimos hacia la milanesa estación Centrale.