El Templo de Artemisa en Braurón (o Braunio) fue uno de los principales santuarios dedicados a Artemisa, la diosa de la caza, la naturaleza y la protección de las niñas y mujeres. El sitio tiene una historia que se remonta a la Edad de Bronce y fue un importante centro de culto desde el período arcaico hasta la época romana.
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Santuario de Artemisa Brauronia
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Consejos e información útil
- El Santuario de Artemisa Brauronia (en griego Vravrona) está situado cerca de la costa oriental del Ática, en la desembocadura del río Erasino, a unos 37 km al este de Atenas.
- Según la mitología griega, Ifigenia, la hija de Agamenón, fue sacerdotisa en Braurón después de ser salvada del sacrificio. Hay un santuario dedicado a ella dentro del recinto.
- El Museo Arqueológico exhibe estatuillas, vasijas, joyas y otros objetos votivos dedicados a Artemisa, así como inscripciones y restos arquitectónicos.
- Entre noviembre y marzo, las entradas a los principales sitios arqueológicos del país cuestan la mitad. Aprovechaos de ello. En este Santuario no había turistas.
- En enero oscurece a las 17:30. Tenedlo en cuenta a la hora de realizar visitas (a pie o en coche).
- Las poblaciones costeras de Braurón y Artemis cuentan con muchos restaurantes a pie de playa. En invierno fue fácil moverse en coche; en verano debe ser un infierno.
- Trayecto en coche:
1/ Del cabo Sunio al Santuario de Artemisa Brauronia (45 km).
2/ Del Santuario a la playa de Artemisa.
- Alojamiento: Hotel Hermes (Calle Apollonos, en Atenas).
- Almuerzo: Restaurante Arhontikon, en Artemis.
- Exquisito menú por 9€, junto al mar (entrante y postre incluidos).
- Lo mejor:
- Visitamos el Santuario de Artemisa en solitario y a mitad de precio.
- El almuerzo en Artemis junto a la playa: souvlaki y pescado.
- Lo peor:
- Faltaban carteles informativos en la carretera; nos costó llegar al Santuario.
Reserva avícola
Una carretera sinuosa y estrecha parte de Sunio hacia el norte de Ática bordeando la costa del mar Egeo. A falta de un buen GPS nos perdimos, y tuvimos que dar varias vueltas hasta llegar al aparcamiento del Santuario de Artemisa Brauronia.
El Santuario se encuentra en una marisma, con mucha presencia de agua y de vegetación, hábitat de muchas especies de aves. De hecho, en la senda que unía el aparcamiento con el templo pudimos ver carteles anunciando la reserva avícola.
Reserva avícola
Entrada al Santuario
Como ya era costumbre en este viaje, no había nadie en el sitio arqueológico. Nosotros fuimos los únicos turistas que visitamos el Santuario de Artemisa esa fría mañana de enero. La entrada costaba 3€ (reducida) e incluía la visita al Museo Arqueológico de Braurón.
Entrada al Santuario
Braurón fue una de las localidades más antiguas del Ática, ya que en el Santuario se han hallado restos arqueológicos que datan del Heládico Medio, entre 2000-1580 a.C.
Entrada al Santuario
Templo de Artemisa
Del templo dórico de Artemisa, dedicado a Artemisa —diosa del parto y la caza—, cabe decir que pertenece al siglo V a.C., y es, lógicamente, el edificio más importante del Santuario.
Templo de Artemisa
El templo principal estaba dedicado a Artemisa Brauronia. Aunque gran parte de la estructura original ha sido destruida, los restos arqueológicos permiten vislumbrar su antigua grandeza. El templo era de estilo dórico y contaba con una cella (sala principal) donde se encontraba la estatua de la diosa.
Templo de Artemisa
Alrededor del altar, situado delante del templo, se desarrollaban las danzas rituales de las niñas, como lo muestran las figuras de una cráteras del siglo V a.C.
Templo de Artemisa
Los relieves del friso representan a Artemisa como la antigua señora ancestral de los animales, divinidad femenina de la naturaleza, de la fecundidad, de la vida y de la muerte. Se le ofrecían toros y cabras en sacrificio.
Templo de Artemisa
Una de las estructuras más destacadas del sitio es la stoa, una larga galería porticada que se utilizaba para diversos fines religiosos y sociales. La stoa contenía varias habitaciones que probablemente se usaban para el alojamiento de las jóvenes que servían en el santuario.
Templo de Artemisa
Puente de piedra
Antiguamente, en la época de esplendor del Santuario de Artemisa, se accedía al recinto por un puente de piedra sobre el río Erasino. Se trata del único puente que aún permanece de la Grecia clásica.
Puente de piedra
Iglesia de San Jorge
Parece ser que este templo sucedió a un templo anterior que estaba situado en el lugar donde ahora se alza la iglesia de San Jorge, del siglo XV, que pertenece a la época bizantina.
Iglesia de San Jorge
Museo Arqueológico de Braurón
A la entrada del Santuario, mostrando vuestro tíquet, podréis visitar el Museo Arqueológico de Braurón, que guarda valiosas piezas recuperadas del yacimiento. Valió la pena recorrer sus salas sin turistas de por medio.
Museo Arqueológico
Cerca del año 300 a.C. se produjo una gran inundación procedente del río Erasino que enterró parte del Santuario; por ello se conservaron muchos objetos de madera que en condiciones normales habrían desaparecido.
Museo Arqueológico
Playa de Artemis
Fue fácil salir del templo y avanzar hacia el norte por la carretera de la costa (no nos perdimos). Buscábamos un lugar donde almorzar. Dejamos atrás la villa de Braurón, una sucesión de casas desparramadas a ambos lados de la calzada, y llegados a Artemis, dimos con el restaurante Arhontikon.
Restaurante Arhontikon. Artemis
Ubicado en la playa de Artemis, el local ofrecía buenos platos de comida griega. Elegimos souvlaki y sardinas asadas. El entrante y el postre estaban incluidos en el menú de 9€.
Restaurante Arhontikon. Artemis
El coche de alquiler
Consejos e información útil
- El seguro opcional de coche nos costó 50€. Yo recomiendo que lo contratéis porque los griegos son muy agresivos al volante.
- Cuando os entreguen el coche de alquiler, comprobad con el empleado el nivel del depósito de gasolina y los bollos que tenga. Evitaréis malentendidos y problemas.
- Aparcar en Atenas es complicado. Una noche en un párking cuesta entre 16€ y 18€. Existen zonas de aparcamiento regulado y otras libres de pago, pero es complicado dar con ellas.
- Los principales sitios arqueológicos de Grecia están bien indicados (Delfos, Olimpia, Poseidón). Para el resto, por falta de carteles, nos costó sudor y esfuerzo dar con ellos.
- Os aconsejo que llevéis un buen mapa de carreteras, o que contratéis un GPS con el alquiler del coche. Aun así, antes de partir debéis estudiar muy bien la ruta a seguir (google maps). Tened en cuenta que muchos carteles sólo están escritos en alfabeto griego.
- Cuando hay retenciones en las carreteras, los griegos acostumbran a circular por el arcén. Es norma de la casa.
- En Atenas existen muchas avenidas con medianeras que impiden realizar giros, lo cual resulta estresante.
- También son estresantes las motos que se cuelan entre carriles. Los griegos circulan pegados a la línea izquierda del carril para dejarles pasar.
Costa sur de Ática