Petilla de Aragón |
Esta excursión a Petilla comienza en Sos del Rey Católico. Saldremos en dirección a Sangüesa y a los pies de Sos tomaremos el desvío hacia Navardún (indicado también como Val d'Onsella). Desde la carretera podremos ver este pequeño pueblo asentado junto al río Onsella.
A la derecha del pueblo, erigida en lo alto de un cerro que domina el valle del Onsella, podréis contemplar la sobria torre del castillo de Navardún, la segunda más alta de Aragón tras la de Biel.
Merece la pena auparse hasta lo más alto del cerro para contemplar este imponente torreón de planta rectangular, de unos veintiséis metros de altura, construido con fines residenciales-defensivos hacia el siglo XIII y vinculado a los obispos de Pamplona.
A partir de Navardún, la carretera se aparta del valle de Onsella en un continuo ascenso por la ladera norte de la montaña. Cubriremos los últimos 10 kilómetros hasta Petilla de Aragón, la mitad de los cuales se realiza por territorio aragonés.
A mano izquierda veréis el pueblo de Gordún (612 metros de altitud), una pedanía perteneciente a Navardún que se me antojó que debía estar medio abandonado.
Poco después entramos en el enclave norte de Petilla de Aragón, el único que está habitado. El enclave sur, más pequeño, no tiene núcleo poblacional. Desde la carretera pudimos avistar la villa de Petilla, con el perfil de la torre de la iglesia recortándose por encima del bosque.
Llegamos a Petilla a media tarde. Estacionamos el vehículo a la entrada del pueblo, y nos dispusimos a recorrer la calle Mayor, con sus casas dispuestas en hilera mirando hacia el sur y al valle que se abre a sus pies, perteneciente al enclave norte de Petilla.
Desde la calle Mayor, echando la vista hacia atrás, veréis la ermita de la Carídad. Llegaréis a ella por una pista de 300 metros que parte de la carretera.
Petilla son dos pequeños territorios navarros enclavados en territorio maño. Sólo el más septentrional está habitado por unos 40 vecinos, todos jubilados, que residen de lunes a viernes. El resto de censados en el pueblo residen en Pamplona y Zaragoza. Los fines de semana se reúnen para defender su pertenencia a Navarra.
Petilla, situada a 825 metros de altitud, forma una especie de isla a la que rodean por todas partes las tierras aragonesas de las Cinco Villas. Es el lugar de origen del Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal en 1852, todo un referente en el pueblo.
En la calle Mayor se encuentra la Casa-museo del neurólogo, donde se puede ver una exposición permanente en la misma habitación donde nació.
Tres calles principales (Mayor, Santiago Ramón y Cajal y Amadeo Marco) componen el pueblo, cuyo centro neurálgico se localiza en la plaza de Navarra, presidida por el Ayuntamiento.
En un lateral de la plaza de Navarra se alza la iglesia de San Millán, gótica del siglo XIII. Y junto a ella veréis el único parque infantil del pueblo.
Por encima del pueblo se encuentran los únicos restos que quedan del castillo: unos surcos labrados en la roca a tres metros de altura.
La calle Santiago Ramón y Cajal os conducirá a la parte alta del pueblo. Al comienzo de la pista que sigue a la calle veréis una pequeña granja con algunas cabras en su interior. Ese día en Petilla habíamos visto el mismo número de personas que de rumiantes: tres.
A la altura de la granja veréis el catel que anuncia el Mirador de la Torreta. Un caminito os conducirá hasta esta interesante atalaya rodeada de altas rocas.
Mirador de la Torreta |
Mirador de la Torreta |
Desde el Mirador de la Torreta disfrutaréis de una buena vista panorámica del enclave de Petilla, con las altas montañas que lo delimitan al sur y el pequeño pueblo de Petilla de Aragón a vuestros pies.
En la parte baja del pueblo, caminando por detrás de la iglesia, veréis el hostal Santiago Ramón y Cajal y el frontón cubierto. Cuando llega septiembre, Petilla celebra sus fiestas patronales al estilo navarro, con torneos de pelota y concurso de pinchos.