Palacio Real de Olite |
Esa mañana habíamos desayunado en un bar de Sangüesa, a orillas del río Aragón. Cubrimos en algo más de media hora los 40 kilómetros que separan esta villa de Olite. Estacionamos el vehículo de forma gratuita en el paseo de Leonor, entre la iglesia de San Pedro y el Palacio Real (castillo).
Conforme caminábamos hacia el centro de Olite fuimos viendo diferentes perfiles del Palacio Real, a cada cual más interesante, con esas características cúpulas de pizarra sacadas de un cuento de hadas.
El Palacio Real está formado por grandes muros de piedra que describe un perímetro de entrantes y salientes. En las esquinas se levantan torretas circulares con cubierta de pizarra que ha sustituido a su tejado original hecho de plomo.
Exterior del Palacio Real |
Exterior del Palacio Real |
Alcanzamos la plaza de Carlos III, situada en el centro neurálgico de Olite. Aquí se encuentra la entrada al Palacio Real, y lógicamente, tendréis una fabulosa vista panorámica de su fachada sur.
El Palacio Real de Olite es una ampliación del Palacio Viejo (actual Parador de Turismo). Fue mandado construir por el rey Carlos III "el Noble". Data del siglo XV y se realizó en estilo gótico civil francés.
Al interior del palacio se accede actualmente por un ancho patio, antiguo jardín de los toronjales, junto al que se hallan los patios de la Pajarera y de la Morera.
En la primera planta (piso noble) se encuentra el núcleo central del Palacio Nuevo, donde podréis ver las cámaras del Rey y de la Reina.
Desde la cámara del Rey, siguiendo los números del mapa, se accede a la llamada Galería del Rey, conocida también como "Galería sobre los toronjales" por el jardín de naranjos que existía al pie del mirador.
Sobre el núcleo central que alberga las cámaras se alza la silueta de las distintas torres: "del Homenaje", "de las Tres Coronas", de los Cuatro Vientos", "de la Atalaya" y "del Vigía".
Pese a las estrechas y empinadas escaleras de caracol, que apenas permiten el paso de una persona, vale la pena auparse hasta lo alto de alguna de estas torres. Tendréis una preciosa perspectiva del castillo y de las calles de Olite.
En el interior de la torre del Homenaje encontraréis una sala de interpretación, con maquetas del Palacio Real antes de su reconstrucción y carteles informativos; y, como es la torre más alta del castillo, disfrutaréis de la mejor vista panorámica; por eso os recomiendo que os encaraméis hasta lo más alto.
La grandiosidad y el lujo de esta construcción hicieron que un viajero alemán del siglo XV se refiriera a ella en estos términos: "Estoy seguro que no hay quien tenga palacio ni castillo más hermoso... no se podría decir ni aun se podría siquiera imaginar cuán magnífico y suntuoso es dicho palacio".
Tras la anexión a Castilla en 1512, el Palacio Real fue abandonado y un incendio provocado en 1813 lo deterioró aún más. Su aspecto actual responde a la restauración llevada a cabo a partir de 1937.
Torre de la Atalaya |
Torre de las Tres Coronas |
Junto al Palacio Real, caminando por una galería que se abre entre las plazas de Carlos III y de los Teobaldos, se levanta la iglesia de Santa María, un edificio gótico del siglo XIII.
La portada de esta iglesia es uno de los conjuntos más importantes de la escultura gótica navarra. Se terminó sobre el año 1300 y tiene claras influencias de la catedral de Notre Dame de París.
Portada de la iglesia de Santa María |
Portada de la iglesia de Santa María |
Junto a la iglesia, presidiendo la plaza de los Teobaldos, se encuentra el Palacio Viejo, que en la actualidad acoge el Parador de Turismo. Habíamos visto la parte trasera desde el Palacio Real.
El Palacio Viejo formaba parte de la fortaleza del recinto primitivo romano y fue reutilizado por los monarcas navarros como palacio. Del antiguo edificio sólo se conservan los muros exteriores con las torres en las esquinas.
La alargada plaza de Carlos III es el nexo de unión de Olite. En un extremo está el acceso al Palacio Real y en el otro se levanta el Ayuntamiento, edificio moderno que guarda cierta relación con la imagen de las grandes mansiones mobiliarias de los siglos XVI al XVIII.
En el centro de la plaza se ubica la Torre del Chapitel, que era uno de los dos portales de acceso al recinto Romano. También es conocida como la Torre del Reloj, ya que en su parte superior albergó en el siglo XIV el primer reloj de campana de la Península.
En el medievo, la Torre del Chapitel fue concebida como un puesto de control de venta de productos y más tarde fue sede del concejo de la villa.
Torre del Chapitel |
Torre del Chapitel |
Las calles de Olite poseen un aire medieval y expresivos nombres de la época: rúa de la Judería; rúa de la Tafurería, donde se situaba la Casa del Juego; rincón de Racioneros; rúa Villavieja, etc., que reflejan los oficios y la vida de aquellas gentes.
Calle Mayor |
Calle del Pozo |
La calle Mayor, como el resto de Olite, está jalonada por palacios renacentistas y barrocos con grandes blasones y rematados con ricos aleros de madera, ladrillo o piedra. Un ejemplo es el palacio del Marqués de Rada, con una monumental fachada de sillería con ático de ladrillo sobre el que se asienta el alero de madera.
Palacio del Marqués de Rada |
Palacio del Marqués de Rada |
Cerca de la calle Mayor nos encontramos con la iglesia de San Pedro, un templo iniciado en estilo románico y ampliado en época barroca.
La iglesia de San Pedro destaca por la portada y el claustro románicos. Este último conserva valiosos capiteles adornados con escenas del Génesis.
Olite no se encuentra en la ruta del Camino de Santiago, pero durante la Edad Media eran muchos los que se desviaban para admirar esta floreciente ciudad. El paso de estos peregrinos se plasma en la decoración de sus iglesias, por ejemplo en la imponente torre de aguja de la iglesia de San Pedro.