Lastres |
La primera parte de esta excursión por Asturias oriental hace alusión a la comarca de la Sidra, con capital en Villaviciosa, y que comprende los municipios costeros de Lastres y Colunga, que nosotros habíamos decidido visitar de antemano.
La primera parada, una vez dejamos atrás Cangas de Onís, tiene lugar en Villaviciosa, hermosa población que cuenta con un maravilloso casco histórico.
Casa de la Fábrica. Villaviciosa |
Estatua de Carlos I. Villaviciosa |
Caminando por sus calles se respira la esencia de un pasado noble. A destacar: el Ayuntamiento, la iglesia de Sta. María de la Oliva (s. XII), los restos de la muralla medieval (siglo XIII), la escultura de Eduardo Úrculo y algunos palacios de exquisitas fachadas blasonadas.
Escultura de Eduardo Úrculo. Villaviciosa |
La Manzanera. Villaviciosa |
La ría de Villaviciosa, declarada Reserva Natural, se extiende al norte de Villaviciosa y, como pudimos comprobar, es un espacio natural de alto valor ecológico. Vimos parte de la ría cuando nos dirigíamos a Tazones, con la marea baja.
Ría de Villaviciosa |
Ría de Villaviciosa |
Al final de la carretera apareció Tazones, villa marinera declarada conjunto histórico que destaca por su caserío popular.
Tazones conserva viejas calles empedradas con casas típicas y un puerto con una actividad pesquera que ha sido documentada desde mediados del siglo XII.
Puerto de Tazones |
Puerto de Tazones |
La segunda etapa de esta excursión nos condujo a Lastres, villa marinera de antiquísima tradición que se hizo popularmente famosa gracias a la serie de televisión "Doctor Mateo".
Barrio alto de Lastres |
Casa del Doctor Mateo. Lastres |
Las fachadas de algunas casonas del pueblo fueron utilizadas para el rodaje de la serie. Hoy día, Lastres destaca por sus casas blasonadas y por sus calles empinadas que van a parar al puerto de pescadores.
Lastres y la costa |
Bajando al puerto de Lastres |
Nuestra ruta prosigue hacia el este de Asturias. Pasamos por una playa perteneciente al municipio de Colunga, con almuerzo poco acertado en un restaurante de un cámping ubicado a pie de playa. Pasamos junto a la entrada del Museo del Jurásico de Asturias y luego proseguimos hasta Ribadesella, turística villa emplazada en la desembocadura del río Sella.
Ribadesella es famosa por albergar la cueva del Tito Bustillo, repleta de pinturas rupestres, que no pudimos visitar por no haber realizado una reserva previa. También es famosa por acoger la meta del descenso del Sella, prueba náutica que se celebra en agosto y que reúne a un buen número de palistas a bordo de minúsculas canoas.
A nosotros nos encantó pasear por las calles del casco antiguo, presidido por el edificio del Ayuntamiento, así como contemplar el puerto y algún hórreo representativo de la zona.
Ayuntamiento de Ribadesella |
Hórreo de Ribadesella |
La última etapa concluyó en Llanes, villa histórica amurallada, con un torreón medieval, que constituye un importante núcleo de veraneo. La villa posee un bonito puerto natural, en torno al cual se levantan los principales edificios de interés, como la basílica de Santa María, el Ayuntamiento y varios palacios de los siglos XVII y XVIII.
Al este de la ciudad, más allá del puerto y de los Cubos de la Memoria, obra del escultor Agustín Ibarrola, existen algunas playas interesantes, como la de Toró, que resultó ideal para zambullirme en las frías aguas del Cantábrico.
Playa de Toró |
Playa de Toró |