A un kilómetro y medio al sur de Checa, remontando el arroyo Genitoris, se encuentra el aparcamiento gratuito de Castil de Griegos y de la Aguaspeña.
Un cartel informativo situado al final del aparcamiento, a los pies del cerro, indica el comienzo de una senda que, en los primeros metros, describe tramos en zigzag.
A mitad de camino hay un mirador, con un banquito, que brinda buenas vistas de la Aguaspeña y de la vega del río Pedrera. Es el lugar perfecto para tomar un descanso.
Tras acometer unos diez o quince minutos de subida por el cerro, se alcanza lo que fue el Castro del asentamiento, donde se erigen los restos de dos pequeños recintos amurallados, contiguos y separados entre sí por un gran foso. Un cartel interpretativo nos será de gran ayuda para reconocer el recinto.
A la derecha del castro veremos el Recinto Fortificado A, un edificio amurallado de planta rectangular delimitado por un farallón rocoso de 6.300 metros cuadrados de superficie.
El castro ibérico ocupa la cima de este elevado cerro, a 1.476 metros de altitud, desde donde se ejerce un control estratégico del valle y del entorno. Desde este recinto se obtiene una excelente panorámica del actual núcleo de Checa.
El castro ibérico se levanta junto a una importante vía de comunicación natural utilizada desde la Prehistoria, que permite el tránsito del Alto Tajo en sentido norte-sur a través de esta zona serrana de los Montes Universales.
Y hacia el sur del castro tenemos el Recinto Fortificado B, un conjunto de edificaciones orientadas hacia la vega de La Pedrera. Ambos asentamientos fueron fuertemente fortificados a partir del siglo III a.C., erigiéndose torres de grandes dimensiones, así como potentes murallas.
En este recinto, aparte de las viviendas, se edificaron diferentes espacios destinados a talleres, con evidencias de que este lugar fue un relevante centro de producción artesanal del Alto Tajo.
El castro, que ha estado habitado desde el neolítico, domina la vasta vega del río de La Pedrera. Desde el punto más alto se divisa la Aguaspeña y la necrópolis Puente de la Sierra.
A unos metros al sur del aparcamiento, la pista de tierra GU-982 conduce a la necrópolis Puente de la Sierra. Podéis caminar por el carril hasta dar con el cartel informativo que la anuncia.
La necrópolis ibérica de Puente de la Sierra fue el lugar escogido por los habitantes de Castil de Griegos para enterrar a sus difuntos entre los siglos VIII y I antes de Cristo.
La necrópolis, una vez fue estudiada y analizada por el equipo de arqueólogos, volvió a ser enterrada. Sólo veréis campos de siembra. Lo que sí tendréis es una buena vista panorámica del cerro de Castil Griegos.
El cerro de Castil de Griegos se divisa desde todo el valle de La Pedrera, pero desde la Aguaspeña tendréis una de las mejores vistas panorámicas, con los Recintos Fortificados A y B coronando la cima.
El Parque Natural del Alto Tajo se encuentra en el Sistema Ibérico, a caballo entre la parte suroriental de Guadalajara (36 municipios) y nororiental de Cuenca (dos municipios). El principal acceso es por Molina de Aragón, aunque también se puede acceder por Orea, a través de Orihuela del Tremedal (Teruel), y por Tragacete (Cuenca).
TOPÓNIMO DE TAJOHablar del Parque Natural del Alto Tajo es hablar de su diversidad. En este espacio natural tienen cabida una gran variedad de elementos geológicos, en un paisaje lleno de contrastes, en el que destacan hoces, cañones fluviales, simas, lagunas, monolitos y "ciudades encantadas" de roca; además de una gran diversidad florística y vegetal.