Font Travenc |
La ruta comienza en Encamp, y al igual que el día anterior, remontamos el río Valira de Oriente por la carretera CG-2 (de Francia). Pasamos por Canillo y antes de llegar a Soldeu, en una curva muy cerrada, nos desviamos a la izquierda para estacionar los vehículos en un aparcamiento gratuito.
Al fondo del aparcamiento se localiza una estrecha senda que conduce a la pleta Peu del Riu, una pequeña urbanización con encanto, ubicada junto al correntoso río Incles. Desde el puente tuvimos una bonita panorámica del valle de Incles. Me pareció un lugar maravilloso para hospedarse.
La pleta Peu del Riu se encuentra, de hecho, en el Puente de Incles, lugar donde comienza la carretera de asfalto que, en tres kilómetros, conduce al Puente de la Baladosa. En verano, el acceso está vetado a coches, y la única forma de llegar a la Baladosa es a pie o en vehículo eléctrico, el tren de Incles, transporte que elegimos nosotros.
El valle de Incles, pese a estar cubierto de nubes, se mostró ante nosotros con todo su esplendor. Desde el trenecito, a poca velocidad, admiramos esta belleza de la naturaleza, un remanso de paz tapizado de verdes prados, irrigado por numerosos riachuelos de aguas limpias que desaguan en el sinuoso río Incles, custodiado por moles rocosas que rozan los 2.800 metros de altitud. "Envidio su trabajo", le dije al conductor del tren nada más apearnos en la Baladosa.
Nos hallábamos en la Baladosa (1.839 m), en el corazón del valle de Incles, un hermoso enclave rodeado de agua, de praderas y de altos picos, que constituye todo un referente para el montañero amante del senderismo.
Aquí comienzan diversas rutas que recorren la parte alta del valle. Unas llevan al puerto de Incles por la senda del río Manegor, otras a la laguna Siscaró, y la principal, la más concurrida, es la que lleva al lago Juclar (el más grande de Andorra), que mi mujer y yo ya realizamos con anterioridad.
Si vais con niños pequeños, como era nuestro caso, os recomiendo que realicéis la senda del lago Juclar hasta la Font del Travenc, una zona de pícnic que cuenta con mesas de piedra y una fuente de agua, y que no os dejará indiferentes. Sólo son unos cien metros de suave pendiente, por una pista ancha que sigue el cauce del río Juclar.
Poco antes de llegar a la Font de Travenc, pasaréis por el inicio de la senda que conduce al lago Siscaró, que no debéis tomar.
Transcurrida una media hora de suave ascenso, dimos con el puente de piedra que precede a la pradera de Travenc, situada a 1.930 metros de altitud.
Al otro lado del puente, junto al merendero, descansamos en la Font de Travenc, fuente que da nombre a este maravilloso enclave pirenaico.