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 Plaza de la Residencia |
- Un billete Interrail es ideal para recorrer Austria. Eso sí, elegid trenes que os permitan viajar sin pagar suplemento.
- Si viajáis con un billete Interrail, os aconsejo que os alojéis en el hostel Haunspergstrasse, situado cerca de la estación central de Salzburgo.
- El youth hostel está muy cerca del centro histórico de Salzburgo. Podréis ir perfectamente a pie.
- Si vais a Salzburgo en agosto y os gusta la música clásica, podéis asistir a alguno de los conciertos que se celebran al aire libre, con motivo del Festival Internacional de Música.
- Trayectos en tren:
1/ De Viena a Salzburgo.
2/ De Salburgo a Innsbruck. - Alojamiento: Youth hostel Haunspergstrasse, ubicado cerca de la estación Hauptbahnof.
- Lo mejor:
- El ambiente musical que se respira por las calles del centro.
- El palacio de Mirabell. - Lo peor:
- Los conciertos al aire libre: altas vallas de madera impedían el paso por algunas plazas.
- Olvidamos los carnés de alberguista en el youth hostel.
Esa noche habíamos viajado en el expreso nocturno que unía Varsovia con Viena. Pasamos por dos fronteras, la de Polonia-Chequia y la de Chequia-Austria, con sus respectivas paradas en las estaciones para mostrar los pasaportes y los billetes. Apenas pegamos ojo.
Llegamos de buena mañana a la estación central de Viena, Hauptbahnhof. Y como nuestro tren a Salzburgo partía de la estación del Oeste (Ostbahnhof), montamos en un tranvía para cubrir esa distancia. No estuvo mal ese paseo matinal por las principales avenidas de Viena. Afortunadamente, pudimos viajar sin pagar suplemento en el primer tren que salía esa mañana con destino a Salzburgo.
Estación Ostbahnhof. Viena
Llegamos a la estación central de Salzburgo a mediodía, procedentes de Varsovia y Viena. Nos alojamos en el albergue juvenil Haunspergstrasse, y sin perder un segundo nos dirigimos a pie hacia el centro histórico de la ciudad. Y nos gustó mucho lo primero que vimos, el suntuoso palacio de Mirabell, con sus exuberantes jardines, salpicados de fuentes, establecidos en la ribera norte del río Salzach.
Palacio de Mirabell
El recinto nos brindó esa vista panorámica que tanto se asocia con la imagen de la ciudad: la alta colina que acoge la fortelaza de Hohensalzburg.
Palacio de Mirabell y fortaleza
El núcleo histórico de Salzburgo está declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Accedimos a él por el parque de Mirabell, cruzando el río Salzach por uno de sus muchos puentes. Sus calles y plazas estaban recorridas por calesas tiradas por caballos, que le otorgaban a la ciudad un toque bohemio.
Plaza del Museo
Salzburgo parecía estar sacada de un cuento de hadas. El esplendor y el glamur que desprendía la ciudad nos embriagó de inmediato. Admiramos su rico patrimonio arquitectónico, compuesto por palacios, iglesias y casas centenarias. Un ejemplo de ello lo vimos en la señorial plaza de la Residencia, situada en el corazón del centro histórico, que acoge la catedral, la torre del carrillón y la exuberante fuente barroca.
Plaza de la Residencia
A pocos metros de la plaza de la Residencia, accedimos a la plaza de Mozart, dedicada al genial compositor salcerburgués. Aquí descubrimos la parte trasera de su casa natal, y por el otro lado, en la peatonal calle Getreidegasse, pasamos por la puerta principal. Su casa, reconvertida en museo, alberga objetos y piezas relacionadas con el joven músico.
Casa natal de Mozart
Y al otro lado de la plaza Residencial, a la sombra de la catedral, fuimos a parar a otro bucólico rincón de la ciudad: la plaza del Capitel. La plaza acoge el Abrevadero del Cabildo, histórica fuente del siglo XVIII situada a los pies del castillo Hohensalzburg.
Plaza del Capitel
