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![]() P. Nac. de Monfragüe |
El Tajo y el Tiétar son los dos principales ejes fluviales sobre los que se cimienta el Parque Nacional. A lo largo de estos ríos encontraremos un sinfín de miradores, roquedos, encinares y matorral mediterráneo, además de embalses y arroyos que conforman un paisaje típicamente ibérico que hace posible una gran variedad de flora y fauna.
Nos aproximamos al Parque Nacional desde la comarca de La Vera. Pasamos por Tejeda y luego nos dirigimos al sur por una exuberante dehesa cuajada de alcornoques. Poco después seguimos el cauce del río Tiétar, que ya no dejamos hasta alcanzar la entrada a la reserva.
![]() Dehesa de Monfragüe |
![]() Dehesa de Monfragüe |
En el Parque Nacional de Monfragüe abundan los miradores. A la mayoría de ellos pudimos acceder desde la misma carretera que recorre la reserva, y el primero donde nos detuvimos fue en el de la Portilla del Tiétar, para contemplar los plegamientos de un magnífico roquedo.
![]() Portilla del Tiétar |
![]() Portilla del Tiétar |
El segundo mirador donde nos detuvimos fue el de la Higuerilla, situado en una curva del río Tiétar. Un banquito de madera, junto a una valla, nos brindó esa vista maravillosa que tanto agrada a los naturalistas.
![]() Mirador de la Higuerilla |
![]() Mirador de la Higuerilla |
Cubrimos unos pocos kilómetros por la carretea que serpentea por la reserva, hasta llegar a otro privilegiado altozano, el mirador de la Malavuelta. Aquí cruzamos el río Tiétar por la presa del embalse Torrejón-Tiétar.
Cruzamos el río Tiétar por la presa de Torrejón y a continuación iniciamos un suave ascenso por colinas cubiertas de matorral mediterráneo, hasta dar con el mirador de la Tajadilla, otra privilegiada atalaya desde la que poder contemplar el río Tiétar trazando nuevas curvas antes de encontrarse con el Tajo.
La carretera abandona el valle del Tiétar y se aleja hacia el norte, al encuentro de Villarreal de San Carlos. Y a nuestra izquierda, antes de incorporarnos a la carretera EX-208, apareció el mirador del Pliegue, que nos brindó una fenomenal vista panorámica de las cimas del Parque Nacional.
![]() Mirador del Pliegue |
![]() Mirador del Pliegue |
Al sur de Villarreal de San Carlos la carretera desciende hasta alcanzar la unión del Tiétar y el Tajo. A mano izquierda, sobre el río Tiétar, pudimos ver el inicio del Puente del Cardenal (la parte central estaba sumergida bajo las aguas del embalse). Y a pocos metros de distancia abordamos el puente Nuevo, el único puente que cruza el río Tajo en el Parque Nacional.
![]() Puente del Cardenal. Río Tiétar |
![]() El Tajo desde el puente Nuevo |
Al otro lado del puente, continuamos por la carretera que sigue la orilla del Tajo, y al trazar una curva de 90 grados, nos dimos de bruces con una de las principales atracciones del Parque Nacional: el Salto del Gitano, un espectacular roquedo que emerge del Tajo para alojar colonias de buitres leonados.
![]() Salto del Gitano |
![]() Salto del Gitano |
![]() Salto del Gitano |
![]() Salto del Gitano |
La última parte de la ruta nos condujo hasta el aparcamiento más próximo al castillo de Monfragüe, construido en una loma por los musulmanes, y que se ha convertido en la excursión estrella del parque. Fue una pena que la senda no estuviera acondicionada para carritos de bebé. Tuvimos que ver el baluarte desde abajo.
![]() Castillo de Monfragüe |
![]() Castillo de Monfragüe |
De regreso a Villarreal de San Carlos hicimos un alto junto al puente Nuevo para beber agua de la Fuente del Francés, un lugar emblemático, llamado así porque en los años 70 del pasado siglo, Alain, un ciudadano francés, se tiró al río Tajo en este punto para salvar a una cría de halcón peregrino que había caído al agua y falleció en el intento. En homenaje a este acto de valentía, la fuente fue bautizada como la del Francés.
A última hora de la tarde, tras cubrir 30 kilómetros de suave ascenso por la carretera que atraviesa de norte a sur la comarca de Monfragüe, llegamos a Plasencia, la ciudad más importante del norte de Cáceres. Fundada en 1186 por Alfonso VIII, su maravilloso casco histórico bien merece una visita. Accedimos a él por la amurallada puerta del Sol y en pocos minutos, tras recorrer la comercial rúa del Sol, dimos con la plaza Mayor, que destaca por los soportales y por acoger el Ayuntamiento.
Un apacible paseo por el casco antiguo nos llevó a ver, por este orden, las catedrales nueva y vieja, la Casa del Deán, el palacio de los Monroy y el palacio de Mirabel, cuya fachada fue testigo de una procesión religiosa (cosas de Semana Santa). Después de tomar un tentempié en la plaza Mayor, finalizamos la larga jornada donde la empezamos, a cinco kilómetros de Plasencia, en el hotel Ciudad del Jerte.