|
![]() Museo Guggenheim. Bilbao |
Los 620 kilómetros que hay entre Barcelona y Bilbao son muchos para hacerlos de un tirón; por eso, durante el viaje de ida decidimos realizar una breve visita a Soria. Fuimos por la A-2 hasta Calatayud, y a partir de aquí, rodeados de campos cubiertos de un blanco manto de hielo, tomamos la N-234 en dirección noroeste.
![]() Hielo en Calatayud |
![]() Río Duero y San Saturio. Soria |
Alcanzamos Soria a mediodía. El aire soplaba gélido y este frío glacial había originado que el río Duero se congelara. Vimos la gruesa capa de hielo de camino a San Saturio, ermita dedicada al patrón de la ciudad, levantada sobre una roca en el siglo XVIII.
![]() Río Duero congelado. Soria |
![]() Puerto de Piqueras |
Después de almorzar en un céntrico restaurante de Soria, reanudamos la marcha avanzando hacia el norte por la N-111. Superamos el nevado puerto de Piqueras, pasamos por Logroño, rodeamos Vitoria, y entrada la noche llegamos a Bilbao. Nos instalamos en el céntrico hotel Ripa, y aún tuvimos tiempo de realizar un breve paseo por el casco viejo.
Bilbao es una ciudad que ha cambiado mucho los últimos años. Los renovados márgenes de la ría, convertidos en paseos peatonales, invitan a recorrerlos con calma, sin prisas. Donde antaño hubo fábricas y astilleros, hoy se alza el imponente Museo Guggenheim, singular edificio diseñado por Frank Gehry para deleite de los bilbainos, pues pueden admirar diariamente su singular caparazón a modo de planchas metálicas. Esas navidades el museo exhibía una colección dedicada a los "300 años de arte en Estados Unidos". No estuvo mal.
En la otra margen de la ría se encuentra el Ayuntamiento y el centro histórico, con la porticada plaza Nueva acaparando el protagonismo. Un poco más arriba se halla el mercado de la Ribera, peculiar edificio que pone un toque de color a la desangelada zona, y que podréis admirar desde el otro lado de la ría.
Y qué sería Bilbao sin su fascinante gastronomía. Restaurantes hay muchos, de todos los precios y estilos. Junto al Museo Gunggenheim, como es lógico, abundan los locales de precios moderados y caros. En uno de ellos dimos buena cuenta de algunos platos locales, como el bacalao al pil pil.
Habíamos recorrido Bilbao de día, y claro, como a finales de diciembre anochece tan pronto, no nos quedó más remedio que hacer lo propio al caer la noche. Recorrimos la ría, cruzando alguno de sus puentes y admirando el Guggenheim iluminado por potentes focos.
![]() Museo Guggenheim |
![]() Ayuntamiento |
Pasamos por el Ayuntamiento y luego deambulamos por las calles más nuevas de Bilbao, engalanadas e iluminadas con adornos navideños. Como premio a esa estupenda jornada, nos dejamos caer por prestigiosos locales donde abundaban los pinchos, esa tapa que encandila los paladares más sibaritas de los ciudadanos del norte de España.

La principal excursión que realizamos por la ría del Nervión fue a Getxo, en concreto al barrio de Las Arenas, para contemplar el singular puente de Vizcaya, símbolo de la ría.
![]() Portugalete |
![]() Puente de Vizcaya |
El Puente de Vizcaya fue el primer puente transbordador colgante construido en el mundo de estructura metálica. Está situado en la boca de la ría del Nervión y une Getxo con la vecina población de Portugalete de una forma muy peculiar, como se puede ver en las fotos que tomé.
![]() Puente de Vizcaya |
![]() Puente de Vizcaya |
