Si llegáis a Ávila en coche, antes de visitar el centro histórico os aconsejo que os dirijáis al Humilladero de los Cuatro Postes, un estratégico lugar situado en un cerro al noroeste de la ciudad. Podéis estacionar el coche en un aparcamiento gratuito situado cerca del monumento.
Los Cuatro Postes es una sencilla construcción compuesta por cuatro columnas dóricas de piedra, de cinco metros de altura, que sostienen un entablamento y una pequeña cruz de granito en el centro. Aunque la fecha exacta de su construcción no está clara, se cree que data del siglo XVI.
El monumento conmemora, según la tradición, el lugar donde Santa Teresa de Jesús y su hermano Rodrigo fueron encontrados por su tío cuando intentaban escapar para ir a tierra de moros a morir como mártires.
Como quedó patente esa mañana, Los Cuatro Postes constituye el mejor mirador de Ávila, con una maravillosa vista panorámica de su perimetral muralla.
Habíamos estado en Los Cuatro Postes por la mañana, con el sol casi de frente fastidiando la panorámica. Pero regresamos por la tarde, cuando partíamos de la ciudad. Y en esa ocasión el sol no nos molestó.
Se puede llegar a Los Cuatro Postes a pie desde el centro de Ávila en una caminata de unos 20-30 minutos. Para ello deberéis tomar el camino que sale de la punta noroeste de la muralla y cruzar el río Adaja por un puente de madera.
Si estáis cerca del río Adaja, os recomiendo que os acerquéis a la Puerta de la Adaja, también conocida como Puerta de San Segundo, una de las puertas históricas de la muralla de Ávila. Está flanqueada por dos torres semicirculares y presenta un arco de medio punto. Su estructura es sencilla, no es tan monumental como otras puertas.