El Conjunto Monumental de la Alhambra se halla sobre una colina rocosa de difícil acceso, en los márgenes del río Darro, protegida por las montañas y rodeada de bosque. En principio fue un edificio militar, pero a mediados del siglo XIII pasó a ser residencia real.
A lo largo de los siglos XIII, XIV y XV, la fortaleza se convirtió en una ciudadela de altas murallas y torres defensivas, que albergó dos zonas principales: el área militar o Alcazaba, cuartel de la guardia real, y la medina o ciudad palatina, donde se encuentran los célebres Palacios Nazaríes y los restos de las casas de nobles y plebeyos que habitaron allí.
El Palacio de Carlos V, que forma parte de la medina, se construyó en 1533, después de la toma de la ciudad en 1492 por los Reyes Católicos. Es el primer edifico que uno ve cuando accede a la Alhambra.
La Alcazaba es un recinto militar fortificado situado al oeste de la Alhambra. Las primeras construcciones árabes datan de la época califal, posiblemente sobre restos de una fortificación romana construida sobre un asentamiento de origen íbero.
En el siglo XI, los ziríes ampliaron el recinto, al convertirse Granada en la capital de uno de los reinos de Taifas. Aun así, las construcciones principales datan de la época nazarí (siglos XIII al XV). En el recinto se encuentran también algunos añadidos cristianos, como la redonda Torre del Cubo.
La siguiente visita corresponde a los Palacios Nazaríes, la residencia de los reyes de Granada. Los mandó construir el fundador de la dinastía Alhamar en el siglo XIII, aunque las edificaciones que han pervivido hasta nuestros días datan, principalmente, del siglo XIV.
Estos palacios encierran entre sus muros el refinamiento y la delicadeza de los últimos gobernadores hispano-árabes de Al Andalus: los Nazaríes. El recinto está formado por tres palacios: El Mexuar, El Palacio de Comares o de Yusuf I, y el Palacio de los Leones o de Mohammed V.
Los palacios son independientes entre sí y tienen una jerarquización gradual. Las construcciones anejas, planificadas como fincas de recreo y aprovisionamiento, servían además de vigilancia y protección.
Al este de los Palacios Nazaríes, ocupando el centro de la Alhambra, se encuentra la Medina. Concebida con un carácter artesanal y de servicio de las necesidades de la corte, conserva ruinas de varias casas. Si os asomáis a esta parte de la muralla podréis ver la ciudad de Granada.
El Generalife se encuentra al este de la Alhambra, un pelín apartado del recinto principal. En origen, fue la casa de recreo de los sultanes de Granada. Está rodeado de huertos y jardines, estos últimos de reciente creación, junto con el anfiteatro a la entrada, que acoge cada año algunos de los espectáculos del Festival de Música y Danza.
El nombre, de dudosa procedencia, parece provenir del árabe Yanat- al- Arif o Jardín del Arquitecto, en un claro simbolismo poético-religioso que alude a Dios, Allah, como arquitecto, creador del Universo. Merece la pena subir hasta la Escalera del Agua, sobre todo en verano, para dejar escapar entre los dedos el agua clara y fría que corre por los pasamanos.
San Nicolás es una pintoresca y bulliciosa plaza situada en el corazón del barrio del Albaicín. Se ha hecho famosa por las vistas de la Alhambra al atardecer. En el lugar se suelen congregar músicos callejeros que, mostrando su destreza con la guitarra y el baile, intentan ganarse unas monedas.