Esta ruta, realizada en coche, transcurre por el interior de la provincia de Alicante, la más meridional de las tres que componen la Comunidad Valenciana. Y me llevó a recorrer el valle del Vinalopó de sur a norte, desde Elche hasta la población de Villena.
TOPÓNIMO: Esta ciudad alicantina, ubicada en la comarca del Bajo Vinalopó, se asienta sobre una llanura limitada por el norte por las sierras de la Madera (365 metros), Negra (340 metros), Tabaiá (403 metros) y de la Losa (268 metros), últimas estribaciones de las cordilleras Béticas. Nuestros sabios, grandes amantes del mundo latino, nos cuentan que los romanos llamaron illici (pronunciado iliki) a este poblado. También nos cuentan que se trataría de una voz íbera, y que a partir de los visigodos comenzó a adoptar formas diversas, haciéndonos creer que illiki se convirtió de la noche a la mañana en elici, elice, elece. La interpretación a este galimatías de nombres me lleva a pensar que la voz original nunca fue "illici", sino algo parecido a Elx (en catalán) o Elche (en castellano). Su origen sería ibérico o euskérico, vendría de:
ELTZ/ELTZE = "olla, hondonada, hoya".
ELTZE > ELCHE describiría una hondonada, una gran cuenca rodeada por pequeñas sierras.
Esta es la razón por la cual los nativos siempre la han escrito Elche, o elx, con 'e'. Los romanos, que se les atragantaban las lenguas vernáculas propias de la península Ibérica, lo único que hicieron fue transcribirla 'erróneamente' como illici. Y como ellos sí dejaron testimonio escrito, nuestros académicos tiran del latín para tratar de resolver su etimología. Y, una vez más, se equivocan.
La Elche alicantina no está sola. En la provincia de Albacete tenemos Elche de la Sierra. De ella nos cuentan que fue municipio romano, aunque no se menciona si también fue conocida como Ilici. El municipio se encuentra en una hoya, a 670 metros de altitud, rodeado de sierras que rondan los 900 o 1000 metros. Por eso se llama ELTZ/ELTZE (hondonada en euskera), y no illici, voz que no resuelve nada.
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Palmeral de Elche
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- Trayectos:
1/ De Totana (Murcia) a Elche.
2/ De Elche a Villena.
3/ De Villena a Cornellá (Barcelona).
- Alojamiento: Hotel Campanile, en Elche.
- Lo mejor:
- El palmeral de Elche.
- El castillo de Villena.
- Lo peor:
- Fuerte aguacero en Elche.
Elche
Elche es, sin lugar a dudas, la ciudad europea que cuenta con más palmeras en su haber. Una visita a su extenso palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, nos revelará lo mejor de esta urbe.
Llegamos a Elche por la tarde, provenientes de la murciana localidad de Totana. Nos instalamos en el hotel Campanile, a las afueras, y esa misma tarde nos acercamos en coche hasta el cuidado casco antiguo, aunque la lluvia hizo acto de presencia, aguándonos un poco la fiesta.
Cruzamos un par de puentes sobre el río Vinalopó, como el de Santa Teresa, y en pleno centro histórico nos acercamos hasta el Alcázar de la Señoría. Muy cerca vimos la basílica de Santa María, el convento de la Mercé y el Ayuntamiento, con su campanario del reloj presidido por el muñeco Calendura, uno de los personajes más entrañables de Elche, encargado de tocar las horas junto a su colega Calendureta. Por último, dimos una vuelta por el extenso palmeral, uno de los más impresionantes de Europa.
Villena
Al día siguiente, de regreso a Cornellá, nos detuvimos en Villena, localidad emplazada en el interior de la provincia de Alicante, en el valle del río Vinalopó.

Castillo de Villena
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Centro de Villena
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Paseamos por el casco antiguo de Villena a primera hora de la mañana, pero sobre todo, admiramos su imponente castillo, una construcción del siglo XII de origen musulmán asentada en lo alto de una loma.

Castillo de Villena
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Castillo de Villena
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