Sádaba, con cerca de 2.000 habitantes, forma, junto con Ejea de los Caballeros, Tauste, Uncastillo y Sos del Rey Católico, las llamadas Cinco Villas, ocupando el centro geográfico de la comarca. Tiene una altitud de 454 metros.
TOPÓNIMO: Sobre el origen del topónimo, Pascual Madroz argumenta que podría venir de la voz oriental Sedub, cuyo plural Sedubay evolucionará a Seduba y a Sádaba. ¿Voz oriental? ¿De qué lengua estaríamos hablando? ¿Del latín, del etrusco, del ligur? En fin...
Sádaba se encuentra en la cuenca del río Riguel, en una depresión del terreno previa a las montañas prepirenaicas de Sos y Uncastillo. No es de extrañar que, gracias a esta privilegiada situación, en sus aledaños se instalaran los romanos (Los Bañales). Sin embargo, los orígenes de la villa se remontan a la prehistoria; se han descubierto yacimientos del Neolítico y de la Edad de los Metales en distintos parajes del término municipal. La voz Sádaba, es muy antigua, tendría este origen euskérico:
ESATE = "paso entre montañas" + BA = "bajo".
ESATEBA > SADEBA > SÁDABA describiría este territorio bajo, previo al puerto y a la sierra de Sos.
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Castillo de Sádaba
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Consejos e información útil
- 22 kilómetros (19 minutos) de carretera en perfecta línea recta separan Ejea de los Caballeros de Sádaba.
- Sádaba, junto a Ejea de los Caballeros, Tauste, Sádaba, Sos y Uncastillo, es una de las cinco localidades que conforma el territorio de Las Cinco Villas.
- Podéis acercaros con el coche al pie del castillo, econtraréis aparcamiento sin problemas.
- Desde el castillo podréis avistar los restos del asentamiento romano conocido el Mausoleo de la Sinagoga, del siglo IV a.C.
- Pasead tranquilamente por el centro histórico de Sádaba. No os llevará mucho tiempo.
- Trayectos: De Ejea de los Caballeros a Sádaba (22 km).
- Alojamiento: Casa del Infanzón, en Sos del Rey Católico.
- Almuerzo: Taberna Moreno, en la calle Mediavilla de Ejea.
- Lo mejor:
- Rodear el castillo.
- Las casas señoriales.
- Estábamos a finales de diciembre y no hacía ni pizca de frío.
El Castillo
El río Riguel atraviesa Sádaba dividiéndola en dos flancos: en su lado izquierdo se sitúa el antiguo paseo de la Estación y el barrio de la 'Ermita', donde se ubica el castillo y es su flanco derecho el que protege el casco antiguo de corte medieval y el ensanche surgido a lo largo del s. XX.

Acceso al castillo
De hecho, si llegáis a Sádaba procedentes de Ejea, lo primero que veréis a mano derecha es el espléndido castillo de origen medieval, sobrio y austero, erigido sobre un montículo rocoso que domina toda la villa. Me sorprendió lo fácil que resultó llegar hasta él en coche, pues lo estacioné casi en la misma puerta.

Fachada principal del castillo

Fachada principal del castillo
El castillo es la joya más preciada de esta histórica localidad, una imponente fortaleza construida en el siglo XIII que mantiene prácticamente intacta su fisonomía castrense. Fue una pena que a finales de diciembre estuviera cerrado por Navidad.

Castillo de Sádaba
Del asentamiento romano sobre el valle del río Riguel se conservan dos importantes restos arqueológicos: el Mausoleo de los Atilios (s. II d. C.) y el Mausoleo de la Sinagoga (s. IV d. C), que se puede apreciar desde la base del castillo.

Mausoleo de la Sinagoga
Casco antiguo
Un par de minutos es el tiempo que os llevará descender del castillo con el coche y estacionarlo al otro lado del río Riguel, por ejemplo en la carretera de Sos. De esta forma podréis acceder al casco antiguo por la plaza Alta.

Plaza Alta

Plaza Alta
Paseando por el casco urbano de Sádaba podréis admirar el entramado de sus calles, la sobriedad de sus edificios y la belleza de sus casas señoriales, como las que encontraréis en la calle Mayor.

Calle Mayor

Hospedería de Sádaba. Calle Mayor
Desde la plaza Nueva también podréis acceder a la plaza de Aragón, que acoge el Ayuntamiento de Sádaba y la elegante iglesia de Santa María, de estilo gótico, caracterizada por su esbelta torre.

Plaza de Aragón: Ayuntamiento e iglesia

Iglesia de Santa María
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Iglesia de Santa María
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Vistos algunos rincones con encanto en torno a la iglesia, como el de la calle Imperio, nos acercamos al río Riguel para contemplar la Fuente, con sus cinco caños de agua 'no potable' manando sin parar.

Calle Imperio

La Fuente