Museo Dalí. Figueres |
Mi particular ruta de Dalí, realizada en un mes de enero, fue una mezcla a partes iguales de montaña y mar. Figueres, la dinámica y cultural capital del Alt Empordà, fue el primer destino donde nos detuvimos.
Un paseo por el casco viejo de Figueres nos condujo hasta el Museo Dalí, el principal foco de atracción de la ciudad, de visita más que obligada.
Museo Dalí. Figueres |
Museo Dalí. Figueres |
A última hora de la tarde nos acomodamos en el hotel Torremirona, en cuyas instalaciones deportivas pudimos relajarnos haciendo uso del circuito termal que habíamos contratado. Torremirona se encuentra al oeste de Figueres, a quince minutos en coche.
Hotel Torremirona |
Hotel Torremirona |
Al día siguiente, pasamos nuevamente por Figueres y, por la GIP-6041, nos dirigimos hacia el Parque Natural del Cabo de Creus, en cuya retorcida orografía se localizan interesantes vestigios del pasado: monasterio de Sant Pere de Rodes, ruta megalítica (dólmenes, menhires, poblado íbero...), etc.
Una vez entramos en el Parque Natural, tras completar varias curvas, alcanzamos el dolmen de les Vinyes Mortes (Viñas Muertas), cuya ubicación dista unos pocos metros de la carretera. Se trata de dos sepulcros de pasillo con cámara rectangular situados muy cerca uno del otro.
El lugar también es idóneo para contemplar una estupenda vista panorámica de los Pirineos al norte y de las aguas azules del Mediterráneo al este.
Dolmen Vinyes Mortes |
Vistas desde la carretera |
El monasterio de Sant Pere de Rodes, del siglo IX, es uno de los principales monumentos románicos de Cataluña. Su ubicación, a 520 metros de altitud sobre el nivel del mar, lo convierte en uno de los mejores miradores del Parque Natural.
Por norma general, cobran unos euros por visitar el monasterio, pero ese fin de semana el acceso era gratuito. El monasterio, pese a encontrarse en un estado semirruinoso, se puede visitar perfectamente con la ayuda de pasarelas: conducen al campanario, al claustro, al interior de la nave central... El interior está iluminado, pero no está acondicionado para carritos. Por cierto, desde el camino que conduce al monasterio tendréis la mejor panorámica del edificio, del Parque Natural, del mar e incluso de los Pirineos, que en nuestro caso, los vimos cubiertos de un manto blanco.
A mediodía, partimos del monasterio hacia Cadaqués. Iniciamos el descenso por la ladera de la montaña, que nos brindó unas preciosas vistas de Port de la Selva.
Poco después alcanzamos Cadaqués, quizá la localidad de la Costa Brava más retratada y pintada por los artistas, gracias en parte a la figura del genial Salvador Dalí.
Playa de Cadaqués |
Callejuela de Cadaqués |
Cadaqués es un pequeño pueblo enclavado en el entorno natural del Cabo de Creus, que se caracteriza por sus casas blancas y por las estrechas callejuelas que van a parar a la playa y al puerto de pescadores. La villa destaca por sus calas de aguas cristalinas, ideales para acoger baños cuando el calor aprieta (no fue el caso).
Casino de Cadaqués |
Playa e iglesia de Cadaqués |
De las pequeñas calas con que cuenta el pueblo, os recomiendo que paséis por la que acoge el barco de Simba, que se encuentra varado en la arena. Y si vais a Portlligat, la carretera de la costa os deleitará con una bella estampa de Cadaqués.
Barco de Simba |
Cadaqués desde la carretera de Portlligat |
Al norte de Cadaqués, en una pequeña cala de aguas cristalinas, se encuentra el núcleo de pescadores de Portlligat. Este bello enclave, que acoge la casa-museo de Dalí, inspiró como ningún otro lugar al excéntrico pintor. Actualmente la casa se puede visitar previa cita.