Crepúsculo en Wadi Hasa |
Tardamos poco más de media hora en llegar a Mádaba procedentes de Ammán. Grandes nubarrones nos acompañaron durante el trayecto y llovía ligeramente cuando estacionamos el vehículo en el centro de la ciudad.
Nos movimos a pie hasta la iglesia greco-ortodoxa de San Jorge, templo cristiano que centró la visita a la Ciudad de los Mosaicos.
Iglesia de San Jorge. Mádaba |
Iglesia de San Jorge. Mádaba |
El interior de la iglesia de San Jorge era fascinante. Cercado por un cordón de seguridad, sobre el suelo del templo se conservaba el mosaico más importante de la ciudad de Mádaba, que fue realizado en el siglo VI y que contiene un mapa de Tierra Santa. Gran parte del mapa se ha perdido con el paso del tiempo, aun así pudimos apreciar cómo era la ciudad romana de Jerusalén. También se observan otros lugares de interés religioso, como Betania, el río Jordán o el mar Muerto.
Mosaico de San Jorge |
Mosaico de San Jorge |
Quince minutos tardamos en presentarnos en el siguiente enclave: el Monte Nebo, un promontorio ubicado a unos mil metros sobre el nivel del mar que acoge una zona arqueológica y un mirador sobre el valle del Jordán y el mar Muerto.
Entrada al Monte Nebo |
Memorial a Moisés. Monte Nebo |
En el siglo V d.C. construyeron una pequeña basílica y un monasterio dedicado a Moisés. Se dice que el profeta vio la tierra soñada desde esa cumbre, pero que nunca puso pie en ella. Samir, nuestro guía en adelante, comentó que su tumba estaba varios metros montaña abajo. Lo que sí vimos fueron las ruinas de una vieja iglesia. En su interior admiramos unos impresionantes mosaicos que estaban protegidos por una carpa.
Mosaicos del Monte Nebo |
Ruinas del Monte Nebo |
A continuación nos acercamos al mirador del Monte Nebo. Llovía ligeramente y no era buen día para avistamientos a larga distancia, aun así, distinguimos claramente el mar Muerto y tierra palestina o israelí (según el caso).
Mirador del Monte Nebo |
Mar Muerto desde el Monte Nebo |
De Mádaba hacia el sur por la ruta 35 el terreno era cada vez más árido y las poblaciones se hallaban a más distancia las unas de las otras. Tras dejar atrás la localidad de Diván arribamos al primer gran obstáculo de la jornada: el barranco Wadi al-Mujib.
Nos detuvimos en un mirador para observar el enorme cañón por el que discurría un diminuto cauce de agua. Samir nos explicó que ese río desembocaba en el mar Muerto, unos kilómetros valle abajo. Desde el mirador pudimos contemplar una presa que retenía las aguas provenientes de las lluvias.
Wadi al-Mujib |
Wadi al-Mujib |
Sobre las dos de la tarde llegamos al municipio de Al-Karak. Realizamos una breve parada panorámica antes de entrar al casco viejo para admirar su fortaleza, que estaba encaramada en lo alto de una colina. La fortaleza de Kerak fue construida en el año 1136 sobre un antiguo asentamiento nabateo y romano, y posteriormente fue reconstruida por los mamelucos. La levantaron tan rápido que colocaron las piedras de los muros de forma irregular. En su interior vimos columnas y muros de origen romano, además de los añadidos que hicieron los mamelucos y los cruzados. Recorrimos galerías y tomamos fotos desde lugares de difícil acceso. Ser un grupo de cuatro personas tenía sus ventajas.
Después de almorzar nos incorporamos a la ruta 35 o “Vía de los Reyes”. Media hora más tarde llegamos al segundo obstáculo de la jornada: el gran cañón del Wadi Hasa, un amplio barranco que se parecía mucho a Wadi Mujib. Wadi Hasa, con montañas pedregosas carentes de vegetación y árboles, tenía un gran desnivel y por el fondo del valle discurría un pequeño río, cauce que desde nuestra posición en el mirador no acertábamos a ver.
Wadi Hasa |
Crepúsculo en Wadi Hasa |
Cincuenta kilómetros antes de alcanzar Wadi Musa realizamos una parada para ver Dana, el único espacio natural de Jordania catalogado como Reserva de la Biosfera desde 1998. La reserva natural de Dana tiene unos 300 kilómetros cuadrados y su paisaje alberga montañas rocosas pertenecientes a la cordillera del Rift y valles como Wadi Araba, además de dunas de arena y zonas boscosas. A las siete de la tarde, siendo noche cerrada, llegamos a Wadi Musa. Nos alojamos en el hotel Grand View de Petra.