La isla Tiberina tiene 270 metros de longitud por 67 metros en su parte más ancha. Es famosa debido a que albergaba al templo de Esculapio, el dios romano de la medicina.
Varios puentes sobre el Tíber unen el barrio de Trastévere con el Foro Boario. Nosotros accedimos al barrio atravesando el centro de la isla Tiberina, primero por el puente Fabricio (62 a.C.) y luego por el puente Cestio (46 a.C.).
Entramos en Trastévere por la plaza de Piscinula, que al parecer toma el nombre por las antiguas piscinas de una domus romana que se encontraba en el lugar. En la plaza se alza la pequeña iglesia de San Benedicto de Piscinula, comenzada a construir en el siglo X.
Caminábamos hacia el corazón de Trastévere por callejuelas empedradas jalonadas por edificios de coloridas fachadas. Y es que la mejor forma de descubrir la belleza de este barrio es perdiéndose por sus calles. Otra forma de contemplarlo es degustando algún refresco o café en alguna terracita.
Vía de la Luce |
Un café en una terraza |
La calle de la Lungaretta es una de las más concurridas de Trastévere; une la plaza Piscinula con la plaza de Santa María. En su parte intermedia veréis la iglesia de Santa Rufina y Segunda, dedicada a dos mártires cristianas que murieron ejecutadas en tiempos del emperador Valeriano.
Calle de la Lungaretta |
Iglesia Santa Rufina y Segunda |
Uno de los rincones más pintorescos y visitados de Trastévere es, sin lugar a dudas, la plaza de Santa María. En el centro de la plaza, frente a la basílica del mismo nombre, veréis una gran fuente, que si bien fue restaurada en 1692, se presupone que puede ser de la época de los romanos.
La principal atracción del barrio es Santa María de Trastévere, iglesia que data del siglo XII, aunque se asegura que fue la primera iglesia cristiana abierta al culto.
Y es que Santa María de Trastévere fue el primer templo cristiano de Roma. Fue fundado por el Papa Calixto I en el siglo III cuando los emperadores todavía eran paganos y el cristianismo un culto minoritario. En el siglo XII el templo fue parcialmente reconstruido por el Papa Inocencio II, quien encargó la increíble fachada en mosaico.
Las muchas reformas sufridas a lo largo de los siglos hacen que esta iglesia presente elementos de diferentes períodos artísticos. Dichas reformas conviven perfectamente y hacen que la basílica sea única y espléndida.
Pórtico de la basílica |
Pórtico de la basílica |
Una leyenda asociada al nacimiento de Jesús hizo que la basílica se convirtiera en un centro de devoción a la virgen María, por eso en su interior prevalecen las imágenes de la virgen.
En el ábside hay una coronación de la virgen, del siglo XII, y debajo, escenas de la vida de la virgen pintadas por Pietro Cavallini en el siglo XIII. La imagen más antigua de la virgen es un icono del siglo VII, la Madona de Clemenza, en la que aparece como emperatriz bizantina flanqueada por una guardia de ángeles.
Varios puentes cruzan el río Tíber a la altura de Trastévere. El puente Sisto, construido entre 1473 y 1479, es uno de ellos. Este puente se levantó en el mismo lugar que ocupó uno más antiguo de origen romano. Desde su vano podréis ver la cúpula de San Pedro, en el Vaticano.