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 Duomo de Milán |
- La fórmula avión + tren fue la que empleamos para desplazarnos de Barcelona a Milán y movernos posteriormente por la región.
- Un eficiente servicio de autobuses une el aeropuerto de Milán con la estación Central.
- Para moveros por Lombardía y Véneto en tren es aconsejable que os alojéis en un hotel próximo a una estación de tren. El milánes hotel Gonzaga, a escasos metros de la estación Central, reúne este requisito.
- El hotel Gonzaga resultó una maravillosa elección. Bien ubicado, servicio eficiente y un fantástico desayuno, fueron algunos de sus atractivos.
- Da igual la época del año que elijáis para visitar la región. No os vayáis sin probar los exquisitos helados y los recurrentes platos de pasta.
- Trayectos:
1/ Avión Barcelona-Milán.
2/ Autobús Aeropuerto-Milán Centrale. - Alojamiento: Hotel Gonzaga de Milán. - Pros: buena ubicación, junto a la estación Centrale y excelente desayuno completo.
- Lo mejor:
- Vimos lo mejor de Milán en una tarde. - Lo peor:
- La fachada del Duomo de Milán estaba en obras.
Media jornada, desde mediodía hasta el ocaso, fue suficiente para recorrer Milán tras alojarnos en el hotel Gonzaga procedentes del aeropuerto. Tras un breve paso por la estación Centrale en busca de horarios de trenes, partimos a pie por la Porta Nova hacia la plaza de la catedral, principal objetivo de todo viajero que visita la capital lombarda.
 Estación Centrale |
 Porta Nuova |
Tardamos quince minutos en llegar a pie al centro de Milán (Porta Nuova). Desde aquí, por la avenida Alessandro Manzoni, alcanzamos los principales puntos de interés de la ciudad.
Al final de la avenida Alessandro Manzoni, en la plaza Fedele, nos situamos frente a la imponente fachada del teatro de la Scala, uno de los más prestigiosos del mundo, que abrió sus puertas por primera vez en 1778.
 Teatro de la Scala |
 Plaza Fedele |
En la plaza Fedele se levantan algunos edificios y palacios de interés, caso del Palazzo Marino y las Casas Manzoni y de los Omenoni, así como la Galería Vittorio Emanuele II, inaugurada en 1877, repleta de elegantes tiendas, cafés y restaurantes.
 Galería Vittorio Emanuele II |
 Galería Vittorio Emanuele II |
Al otro lado de la galería fuimos a parar a la plaza del Duomo. Ubicada en el corazón neurálgico de Milán, la plaza congrega siempre a una multitud de turistas y autóctonos, y está rodeada de edificios singulares como el Palacio Real, la Galería Vittorio Emanuele II y la Catedral o Duomo.
 Plaza del Duomo |
 Plaza del Duomo |
La Catedral de Milán, de estilo gótico, fue iniciada en el siglo XIV y finalizada 500 años después. El interior destaca por sus grandes dimensiones y el exterior por su fachada coronada con agujas. Ese año, una lona con la imagen de la propia catedral cubría toda la fachada, preservando de miradas ajenas la restauración que se llevaba a cabo y que yo ya presencié cinco años atrás, en mi primera visita a la ciudad.
 Duomo de Milán |
 Interior del Duomo |
Escapamos de la concurrida plaza del Duomo por vía Mercanti, y a partir de la plaza Cordusio, por la peatonal vía Dante, arteria jalonada de tiendas de ropa y floristerías.
Vía Dante
La visita vespertina al centro histórico de Milán concluyó en el castillo Sforzesco, un palacio renacentista de forma cuadrada provisto de patio interior, foso y altas murallas.
 Castillo Sforzesco |
 Castillo Sforzesco |
